Seguimos rescatando películas del baúl de los recuerdos y esta vez le toca a un musical juvenil que fue un pelotazo en la primera mitad de los 80’s y en el que Kevin Bacon se lanzaba a la pista de baile con Chris Peen (el hermano de Sean Penn).

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Título original: Footloose
País: Estados Unidos
Duración: 107 min.
Género: Drama, romántica, musical
Reparto: Kevin Bacon, Lori Singer, John Lithgow, Dianne Wiest, Chris Penn, Sarah Jessica Parker, John Laughlin, Elizabeth Gorcey, Frances Lee McCain, Jim Youngs, Douglas Dirkson, Lynne Marta, Arthur Rosenberg, Timothy Scott, Alan Haufrect, Linda MacEwen, Kim Jensen, Michael Telmont, Leo Geter, Ken Kemp, Russ McGinn, Sam Dalton, H.E.D. Redford, Jay Bernard, David Valenza, Meghan Broadhead, Mimi Broadhead, Gene Pack, Marcia Reider, John Perryman, Mary Ethel Gregory, Oscar Rowland, J. Paul Broadhead, John Bishop, Carmen Trevino, Melissa Renee Graehl, Monica M. Da Silva, Terri Gay Ulmer
Distribuidora: United International Pictures (UIP)
Productora: Paramount Pictures, IndieProd Company Productions
Fotografía: Ric Waite
Guión: Dean Pitchford
Maquillaje: Barbara Lampson, Daniel C. Striepeke
Montaje: Paul Hirsch

“Footloose” fue un pelotazo popular en los 80’s (hizo un taquillazo), posee gracias a su banda sonora (irresistible la canción de Kenny Loggins que da título a la película) y su argumento el tono de alegría característico de los 80’s, como si de pronto como en un subidón la juventud se hubiera decido a comerse el mundo, lo cual se reflejó sobretodo en el mundo de la música y en muchas películas que viéndolas hoy en día todavía contagian esa sensación. Es un poco la misma línea que “Fama” (1980), “The Blues Brothers” (1980), “Flashdance” (1983), “Regreso al futuro” (1985), “El club de los cinco” (1985), “Top gun” (1986), “Todo en un día” (1986), “Dirty dancing” (1988) o “Cocktail” (1988) aunque hay otras más o menos logradas.

La película cuenta como Ren McCormack llega a un pueblo del medio oeste desde chicago con su familia y tiene que enfrentarse a los prejuicios locales para celebrar un baile de fin de curso.

Se trata esencialmente de un musical juvenil, de cierto toque romántico y con un suave trasfondo dramático que habla sobre la intolerancia y el choque entre el conservadurismo y el deseo de evolucionar, lo cual era un tema muy de actualidad a principios de los 80’s. Como punto de partida del conflicto, la música, en este caso una banda sonora alegre y dinámica en la que pueden encontrarse temas como el contagioso “Footloose” de Kenny Loggins o los no menos pegadizos “Let’s hear it for the boy” de Deniece Williams, “Holding out for a heroe” de Bonni Tayler o “Dancing in the sheets” de Shalamar que no sólo fueron tremendamente populares y sonaron hasta la saciedad sino que permitieron a Herbert Ross marcarse varias escenas a medio camino entre el musical clásico y el videoclip que cualquiera que haya visto la película recuerda. El comienzo en concreto, que muestra alternativamente los pies de distintas personas, con diferentes estilos de vestir y de moverse, bailando el tema de la película no puede ser más simple y efectivo porque te hace “entrar” en la película como si te lanzaran como una bola de cañón y a lo largo de ella Herbert Ross acierta incluso con la surrealista escena en la que, recordando a “Rebelde sin causa” o “Greese” protagonista y antagonista se enfrentan lanzándose uno contra otro con ¡¡¡¡dos tractores!!!!. En este sentido “Footloose” es un musical atípico que evita las coreografías los musicales clásicos para acercarse más al mundo del videclip influyendo de manera notable en películas posteriores como “Dirty dancing” y en la línea de “Flashdance”. Ejemplo de ello es la escena en que Ren baila solo en el almacén, aquella en la que se muestra como va enseñando a bailar a su amigo Willard (sorprendente Chris Penn, el hermano de Sean Penn) o el final en la fiesta de fin de curso.

Herbert Ross, el director, fue uno de los directores destacados de los 70’s con títulos tan celebrados como las comedias “Sueños de seductor” (divertidísimo Woody Allen), “La pareja chiflada” (estupendos Jack Lemmon y Walter Matthau) o “California suite”, los musicales “Funny lady” y “Paso decisivo” o el melodrama “La chica del adiós” (estos tres últimos, títulos importantes en los óscars de sus respectivos años). Con “Footlose” hace evolucionar el musical que ya había desarrollado “Grease” (con la que tiene algunos puntos en común) para adecuarlo a la juventud de la época e incorpora una nueva estética visual que va a ser muy influyente en los años siguientes. La película funciona mejor como musical que como drama o historia romántica porque el conflicto social y generacional que propone no acaba de estar bien resuelto y el final resulta un poco facilón (lo es la forma en que se rinde el personaje del reverendo que interpreta John Litgow y la pelea del final es muy poco creíble) y la química entre Lori Singer (haciendo un papel radicalmente distinto al de “Fama”) y Kevin Bacon no termina de funcionar del todo, pero en cualquier caso todavía tienen garra las escenas cada vez que suena la banda sonora. Ross estaría más afinado en el 89 con una película de culto para el público femenino “Magnolias de acero”, pero en cualquier caso la influencia de esta película es importante y se terminó haciendo un musical que se comenzó a representar en los 90’s.

En cualquier caso una película entretenida, ideal como terapia antibajón y que tiene su interés por aquello de ver a Kevin Bacon o Chris Peen bailando, a la violinista de la serie “Fama” como rebelde (impactante la escena de la carretera en la que se coloca entre dos coches) o a Sarah Jessica Parker mucho antes de ser famosa por “Sexo en Nueva York” y por supuesto, un clásico gracias a su extraordinaria y contagiosa banda sonora.

Loose, footloose
Kick off your Sunday shoes
Please, Louise
Pull me offa my knees
Jack, get back
C’mon before we crack
Lose your blues
Everybody cut footloose

La canción de Kenny Loggins estuvo tres semanas en el nº 1 del Billboard USA.