Norma Editorial reeditó las dos novelas gráficas de “Epicurus, el Sabio (como lo conocemos aquellos que tenemos la edición de Zinco) en un precioso cartoné que es absolutamente imprescindible. 

Epicuro el sabio
Edición original: Epicurus the Sage nº 1 y 2, Epicurus the Sage Fast Forward riding the sun
Guión: William Messner-Loebs
Dibujo: Sam Kieth
Tinta: Sam Kieth
Color: Steve Oliff, Alex Sinclair
Formato: Libro cartoné, 160 págs., color.
23€
El famosísimo filósofo Epicuro el Sabio se traslada de Samos, su ciudad natal, a Atenas, el centro mundial de la filosofía, el arte y la democracia. Allí conocerá a Platón, Aristóteles, al respetado Sócrates y al pequeño Alejandro el Magno. Juntos vivirán aventuras muy divertidas, revivirán mitos clásicos y se encontrarán con los típicos problemas de los dioses. ¡Nunca antes aprender historia clásica fue tan divertido!

Hay pocos cómics que tenga tan desgastados que me de miedo volver a leerlos, los dos tomos de Epicurus, el Sabio, que Ediciones Zinco publicó hace ya casi 20 años son uno de esos comics que rabio por releer (además muchas veces) pero que no me atrevo a sacar de sus bolsas de protección, y es que lo he releído tantas veces, lo he dejado tantas otras y lo he acariciado (entendedme, es un gran comic) tanto que el lomo está en bastante mal estado y las páginas amenazan con soltarse… pero el trabajo de William Messner-Loebs y Sam Kieth es tan bueno, tan divertido que cuesta mucho resistirse. Ese es el motivo por el que me estoy planteando hacerme con la edición de Norma, y es que aunque aún no he picado tengo demasiadas ganas de releer de nuevo esta fábula que mezcla la filosofía con la mitología y con unas grandes dosis de sentido del humor que miro y remiro ese tomo en la librería especializada. Sé que caeré.

Seguramente Epicuro el Sabio sea una de esas obras que mejor recuerdo de mi época de estudiante de bachillerato, un cómic que me dejó un amigo diciendo “ahora que sabes algo de filosofía disfrutarás con esta historia”, y no se equivocó, y es que William Messner-Loebs firmó uno de sus trabajos más cuidados y cariñosos, con una interpretación de las principales escuelas del pensamiento griego que, sin duda, se merecen una carcajada en numerosas ocasiones y un guiño de complicidad con el autor. Si a eso le sumamos a un Alejandro pre-púber que sólo piensa en la guerra, y al que los filósofos no toman nada en serio, y que no deja de maquinar cómo conquistar a la “débil” civilización griega. El resultado es un cómic impresionante, un lujo que cuenta, además, con un Sam Kieth inspirado tanto en su faceta de dibujante como en su faceta de narrador. Es divertidísimo ver la imagen que nos da Kieth de los filósofos que más han influenciado en el pensamiento moderno, más de 2000 años después, de cómo ambos autores han conseguido enamorarnos con un trabajo que se publicó en los USA hace ya 22 y 20 años, respectivamente, y que aún hoy en día se siente fresco y original, innovador y divertido.

La mayor acusación que se le puede hacer a esta obra, además de no tomarse a los filósofos y a la mitología griega demasiado en serio, es que tal vez sean necesarios unos ciertos conocimientos básicos sobre filosofía, tal vez. Personalmente lo disfruté hace 20 años y lo sigo disfrutando en cada relectura, así que me aventuraría a decir que también os gustará a vosotros.

Y pasando ya a otros temas, poco puedo decir sobre la edición de Norma, salvo que me encantaría tener el tomo con las dos novelas gráficas, sí, lo sé, caeré, y que ya era hora de que alguien rescatase esta obra del olvido.

Vamos, que para mi estamos ante un auténtico cómic de culto.