A finales del siglo XX apareció el concepto de “Quinto Poder”, una palabra que se suma a los tres poderes clásicos del Estado definidos por Montesquieu (ejecutivo, legislativo y judicial) y al cuarto poder que siempre se ha asociado a los medios de comunicación. El quinto poder, al que temen y odian los cuatro anteriores, es la red. Y es que Internet, libre, independiente, social y sin límites, es el presente y el futuro.

En estos momentos, si nada no ha cambiado en las últimas horas, el fundador de Wikileaks Julian Assange sigue como prófugo de la justicia, recluído en la embajada de Ecuador en Londres. Traidor para algunos, un héroe capaz de desvelarle a la ciudadanía aquella información confidencial que tiene derecho a conocer para la mayoría, el personaje Julian Assange ha terminado por superar a la persona y pronto llegará a la gran pantalla una película, dirigida por Bill Condon (“Dioses y monstruos”, “La saga Crepúsculo: Amanecer. Parte 2”), sobre este activista australiano que puso en jaque a los gobiernos más poderosos del mundo, con los Estados Unidos al frente, con su ‘periodismo del pueblo’. Es “El quinto poder” (“The fifth power”), basada en el libro “Inside WikiLeaks: My Time With Julian Assange At The World´s Most Dangerous Website” escrito por Daniel Domscheit-Berg (mano derecha de Assange y portavoz de Wikileaks hasta que se pelearon), protagonizada por el ascendente Benedict Cumberbatch (la serie de televisión de la BBC “Sherlock”, “Star Trek 2: En la oscuridad”, la voz de Smaug en “El Hobbit”), junto a Daniel Brühl (“Malditos Bastardos”, “Eva”, “Rush”, “Goodbye Lenin”), Carice Van Houten, Stanley Tucci, Laura Linney, David Thewlis y Alicia Vikander, entre otros.
“El quinto poder” nos explicará los inicios de Julian Assange y su Wikileaks, su relación con su mano derecha Daniel Domscheit-Berg, el crecimiento de la controvertida plataforma a raíz de la filtración de los papeles del soldado estadounidense Bradley Manning, la persecución por parte de los EE.UU. y el debate sobre el coste de guardar secretos en una sociedad libre frente al coste de exponerlos a la luz pública.
La película, según el director, no es una crítica a Wikileaks pero Julian Assange está en completo desacuerdo con el retrato que la película ofrece de él y la define como “oportunista y hostil”. (www.thefifthestatemovie.com)

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