No todas las apuestas ganadoras garantizan el éxito. Que se lo digan al Real Madrid, por ejemplo. Y a los productores de Hollywood que se creyeron que juntanto a Jerry Bruckheimer, Gore Verbinski y a Johnny Depp tenían el blockbuster asegurado. En los EE.UU. la película ha sido un sonoro fracaso, quizás el más grande del año, pero en Walt Disney Pictures aún confían que los resultados en el resto del mundo compensen la debacle.


Del productor de la mayoría de los blockbusters veraniegos de la última década Jerry Bruckheimer y del director Gore Verbinski, el equipo realizador de la saga de éxito “Piratas del Caribe”, llega “El llanero solitario” (“The Lone Ranger”), una emocionante aventura llena de acción y humor, en la que el famoso héroe enmascarado de los westerns clásicos vuelve a cobrar vida con un nuevo punto de vista… que no ha funcionado nada bien en las pantallas de cine de su país de origen.
Protagonizada por Johnny Depp, Armie Hammer, Helena Bonham Carter, William Fichtner, Barry Pepper, Tom Wilkinson y James Badge Dale, entre otros, la película escrita por Justin Haythe, Ted Elliott y Terry Rossio recoge las historias narradas por el indio nativo americano y guerrero espiritual Toro (Tonto en la versión original en inglés), nunca antes contadas, que transformaron a John Reid, un hombre de ley, en toda una leyenda de la justicia. 
Toro es un comanche errante, expulsado de su tribu, que cabalga solo en busca de los dos hombres responsables de la ruina de su pueblo. En su camino se cruza fatalmente el joven abogado herido John Reid. Éste es un idealista incondicional que se opone firmemente a la ética violenta de la frontera, donde la justicia se impone normalmente con un arma de fuego. Cuando se sube a un tren de regreso a Colby, Texas, dispuesto a ejercer la abogacía con el título de la costa este, tiene un encuentro casual con un comanche guerrero llamado Tonto, que pondrá en marcha una serie de acontecimientos que lo convertirán en un enigmático héroe enmascarado, El Llanero Solitario. Los dos, un par de inadaptados, unen sus fuerzas por un destino similar, para luchar contra la codicia y la corrupción.
Con Toro y John Reid, dos marginados unidos por la adversidad en un tiempo en que las líneas entre el bien y mal se han difuminado sin límites bien definidos, el espectador de “El llanero solitario” vivirá un épico viaje con sorpresas e ironías, mientras los dos inverosímiles héroes aprenden a trabajar juntos y a luchar contra la codicia y la corrupción, encarnadas en el rostro de Cavendish, un despiadado fugitivo cuya cara, terriblemente marcada, es el reflejo del pozo sin fondo que es su alma.

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