Llegó el momento. Dolmen Editorial acaba de sacar el año 2017 de Príncipe Valiente en su colección de tomos que continúan el coleccionable de Planeta, todo un logro en la edición en nuestro país del personaje creado por Harold Foster, digno de celebrar, pues ningún otro país europeo ha conseguido semejante hazaña.

Príncipe valiente 2017
Edición original: Prince Valiant USA
Guión: Mark Schultz
Dibujo: Tom Yeates
Color: A color
Formato: Libro cartoné, 56 págs. a color.
Precio: 14€

Ochenta años después de su creación, la serie sigue más viva y emocionante que nunca. Con los guiones de MARK SCHULTZ y los dibujos de TOM YEATES. Un Príncipe Valiente que es nuevo y a la vez es clásico, respetuoso con su historia, y moderno: emocionante, trepidante, con alguna incursión en lo fantástico, como fue el intento primero de su creador al principio de la saga. La vieja leyenda de una espada. Val cabalga.

Desde 1937 que comenzó a publicarse en los diarios de Estados Unidos, Príncipe Valiente ha acudido a su cita dominical puntualmente. Tras la aclamada etapa de su creador Harold Foster, su alumno y ayudante John Cullen Murphy continuó contando las peripecias de Val. En 2004, Gary Gianni tomó el testigo de los dibujos, esta vez con guion de Mark Schultz, que ha continuado hasta la actualidad en su función, siendo Thomas Yeates el dibujante de los últimos años desde que en 2012 tomó el relevo en la parte visual. En total ochenta años de excelencia.

Terminada la historia en la que Val y sus acompañantes se las tuvieron que ver con Azar Rasa, uno de los villanos más peligrosos de los últimos tiempos debido a su uso de la hechicería, llega el momento de contar algo más relajado, como suele ser habitual en la estructura narrativa de esta serie.

Resulta curioso que en este tomo la historia se completa sin un continuará que nos deje mordiéndonos las uñas. Da comienzo con el anunciado fin de Azar Rasa y el Alma de Asia, en la explosión del pozo volcánico. Luego Val, Karen, Numair y los demás, acompañan a los extraños habitantes de la montaña a su hogar escondido en las profundidades de la tierra, al más puro estilo Verne. Comienza un viaje de aventuras que acaba en una aldea sometida por unos malencarados bandidos.

Como si del equipo A se tratase, la tropa de Val ayuda a los indefensos aldeanos a entrenarse y construir barreras, algo que logra el objetivo de para los pies a sus enemigos. Destaca el regreso de Taloon, una chica de rasgos orientales de armas tomar, que es descubierta por Numair mientras sale de caza. Taloon es un personaje que creó Harold Foster en 1961 y que había tenido su momento de gloria al evitar que Val fuese asesinado por un criado.

Otro dato a destacar es la madurez de Karen, ahora ya igual que su madre Aleta en lo físico y en el carácter. Karen se ha vuelto una gran guerrera y si echamos un vistazo a los personajes femeninos, no hay mujer débil, todas tienen fuerza y carácter y tratan a los hombres como iguales. Esta serie está de plena actualidad por este y otros detalles, como el cuidado que se le tiene a los animales (que ya comenté en anteriores reseñas). Aquí los caballos tienen vital importancia para la rehabilitación de los bandidos. Ojo, este no es un cómic blandengue, como demuestra la decapitación del bandido jefe a manos de Karen.

Las últimas páginas del tomo nos remiten a los primeros tiempos de las aventuras de Valiente, con la aparición de la bruja Horrit, que auguró a Val un futuro de muchas aventuras, pero nada de dicha. La última página nos acerca un momento de reflexión y paz para los personajes, en su navegar por las quietas aguas del río, camino de su hogar.

Desde las guardas hasta la última viñeta, este año 2017 es una delicia visual a cargo del magnífico ilustrador Tom Yeates. La anatomía de los personajes es perfecta, así como el diseño de los paisajes. La narración secuencial impecable. Mi plancha favorita es la 4205, mostrando el galope de los caballos al escapar de su encierro.

Nos quedamos a la espera del próximo tomo, 2018. Esta vez se nos hará más larga, pero sabemos que merecerá la pena esperar.