Los vecinos en las películas americanas distan mucho de ser Ned Flanders. Casi siempre aparecen como asesinos psicópatas debajo de la fachada del vecino perfecto de sonrisa afable, asesinos a sueldo de incógnito, delatores de mafiosos escondidos por el plan de protección de testigos, una secta satánica con intenciones malévolas,… o una fraternidad universitaria dispuesta a agotar las existencias de cerveza de la ciudad como en “Neighbors“.

“Neighbors” (palabra en inglés americano para definir a los vecinos) es una comedia alocada, en principio prevista con una calificación R (para mayores de 17 años), dirigida por Nicholas Stoller (“Todo sobre mi desmadre”, “Eternamente comprometidos”, “Paso de tí”), con guión de los debutantes Andrew Cohen y Brendan O’Brien, y protagonizada por Seth Rogen, Zac Efron, Rose Byrne, Christopher Mintz-Plasse, Dave Franco y Lisa Kudrow, entre otros, que contará el enfrentamiento nada pacífico entre una joven pareja con un bebé recién nacido y una fraternidad universitaria que se muda a la casa vecina, en un pacífico barrio residencial. Y, como es evidente, los estudiantes universitarios no dedicarán su tiempo a estudiar sino a celebrar fiestas, practicar el sexo en cualquier rincón y beber tanta cerveza como su cuerpo pueda ingerir.
Su estreno en los EE.UU. está previsto para el próximo mes de mayo.

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