Vamos a hablar de “El Sulfato Atómico“, una de las aventuras de Mortadelo y Filemón más aplaudidas, creada por el maestro Francisco Ibáñez con un gran cuidado en el apartado gráfico… ¡La primera aventura larga de la pareja!

Mortadelo y Filemón. El sulfato atómicoEn 1969, debido al éxito creciente de la serie Mortadelo y Filemón, la editorial Bruguera encargó a Ibáñez la primera aventura larga de los famosos agentes.

Francisco Ibáñez creó una historieta con un cuidadísimo dibujo y guion, que pasaría a la historia de nuestro cómic, siendo considerada por muchos como la obra cumbre de Ibáñez.

Con más de cincuenta años desde su publicación, El sulfato atómico es un icono y una de las obras maestras del cómic, reconocida internacionalmente.

Ya hace unos meses que nos dejó Francisco Ibáñez. Qué mejor homenaje a su persona que releer alguno de los ábumes de Mortadelo y Filemón que, seguramente, aunque no seamos coleccionistas, aguardan en una estantería o armario de nuestro hogar. Si no es así, siempre podemos acudir a una librería, quiosco o gran superficie (vale, internet también) para adquirir alguna de las varias ediciones con las que cuentan sus historietas. Sin ir más lejos, Penguin/Bruguera acaba de reeditar el primer Magos del Humor con la aventura “El Sulfato Atómico“. También la tenemos en otros formatos, como este que reseño llamado “Esenciales F. Ibáñez“.

Pocos habrá que no hayan leído o tenido en sus manos “El Sulfato Atómico“, la más aplaudida de las aventuras de la pareja de agentes de la TIA. Incluso los que reniegan de Ibáñez, que los hay (como hay de todo en este mundo) reconocen la calidad de esta historieta, por encima de todas las que llegaron después. “El Sulfato Atómico” es un rara avis y tiene varias particularidades que la hacen especial en todos los sentidos. Por ejemplo, es la primera aventura larga de 46 páginas; es la primera vez que Mortadelo y Filemón pertenecen a las filas de la T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea); también, el Súper y el profesor Bacterio hacen su debut en estas páginas.

Pero hay más, Mortadelo y Filemón dan un estirón y se presentan ante los lectores con todo lujo de detalles en su indumentaria. Mortadelo calza zapatos marrones y Filemón viste una chaqueta roja. El dibujo, junto con el entintado, corren a cargo de su creador que realiza un trabajo meticuloso en cada página, lleno de detalles e incluso con continuidad entre viñetas, cuando algún personaje luce algún chichón. El argumento también tiene su miga, con una estructura clásica dividida en tres partes. Llegan los agentes y el Súper les presenta la misión, con la aparición estelar de Bacterio. Luego deben viajar y colarse en un país extranjero, Tirania, para recuperar un frasco del sulfato que los agentes enemigos se han llevado. Una vez dentro, la cosa se lía parda, primero en las calles, luego en el palacio y finalmente en la alocada huida.

El primer episodio de “El Sulfato Atómico” apareció en la flamante revista “Gran Pulgarcito” en enero de 1969. Esta publicación de gran formato quiso emular a la revista “Pilote” francobelga y servir, a su vez, como plataforma de series como Astérix, Blueberry o Aquiles Talón, de las que Bruguera tenía los derechos de publicación en nuestro país. Mortadelo se encontraba entre las historietas de Pulgarcito más votadas y en esas fechas su fama creció por la película que Vara proyectó en cines de toda España. Los mejores dibujantes de la casa, como Vázquez, Ibáñez y Raf, encontraron acomodo en esa revista. El éxito inicial se tornó en fracaso, quizás debido a su elevado precio o a que el público no estaba acostumbrado a ese tipo de revista. Tras 84 números, un almanaque y dos números extraordinarios “Gran Pulgarcito” cerró, quedándose para la posteridad como una de las mejores revistas de la editorial Bruguera.

La idea de publicar historietas de 46 páginas tenía su objetivo: publicarlas posteriormente en álbumes de tapa dura, al estilo europeo. Ahí si que se dio el campanazo, siendo los recopilatorios auténticos superventas. Francisco Ibáñez se sintió aliviado cuando regresó a un estilo de trabajo más veloz, delegando el entintado a otros, una vez que la revista “Mortadelo” sustituyó a “Gran Pulgarcito“. Según palabras del propio Ibáñez, fue Rafael González el que decidió que creara historietas más detalladas, empapado como estaba de todo lo francobelga, pero luego pasó que la gente tuvo quejas del formato de cuatro tiras: “antes dábamos seis tiras por página y ahora dábamos cuatro, así que yo dije: “Mira, que no sea ni una cosa ni la otra, vamos a hacer cinco, que también queda muy bonito, muy presentable, que a todo el mundo le gustará, casi no se dará cuenta de que hemos rebajado una, y todos tan contentos“. Durante mucho tiempo se estuvo haciendo con cinco tiras. Luego ya fue cuando se pasó a cuatro, un poco también por comodidad, porque pensamos “Bueno, como con cuatro lo estamos haciendo casi exactamente igual que cuando lo hacíamos con seis, pues ahora es un poco más sencillo hacerlo“.

Uno se para a pensar como habría sido la trayectoria de Mortadelo y Filemón de haber continuado con ese tipo de aventuras largas, que siguió con “Valor y al toro” pero se reinventó en el resto, con cinco tiras y capítulos separados. Algunos han acusado de que Ibáñez se inspiró demasiado en otros autores francobelgas para la elaboración de “El Sulfato Atómico“, calcando vehículos. Eso no quita para que toda la trama y sus gags sean magistrales e inolvidables. Que la propia historieta marque una época y sirva como pistoletazo de salida de unos nuevos Mortadelo y Filemón, que dejan de ser detectives para ser agentes especiales, con un nuevo escenario a su alrededor. Esta aventura les hizo salir del getto de revistas con muchos años a sus espaldas y besar el cielo. Desde entonces, no han bajado de lo más alto.

La editorial Penguin Random House, en su línea Bruguera, nos trae estos “Esenciales F. Ibáñez” con una selección de historietas muy heterogénea. El formato se me antoja pequeño para disfrutar como se debe de “El Sulfato Atómico“, por lo que aconsejo su adquisición en la serie “Magos del Humor“. Aunque no sea la mejor historieta de los agentes de la TIA, sí es la mejor dibujada y una obra maestra de todos los tiempos.

Mortadelo y Filemón: El sulfato atómico
Autor: Francisco Ibáñez
Fecha de publicación: Noviembre de 2020
Formato: 19,8×25,7cm. Tapa dura. Color
Páginas 48
Precio 11,90 euros