Aún hoy parece increible pensar que corrÃa el año 1927 cuando se estrenó “Metropolis“. ¡Hace noventa años! Aún no se habÃa descubierto la penicilina, ni se habÃa inventado el radar o el bolÃgrafo. El cine aún era mudo (en el mismo año 1927 llegaba “The Jazz Singer“, la primera proyección comercial de una pelÃcula con sonido completamente sincronizado) y en blanco y negro. El invento aún era reciente, y la primera pelÃcula, el cinematògrafo o el celuloide tenÃan apenas treinta años de vida. Y el mago Fritz Lang nos regaló “Metropolis“, obra cumbre de la historia del cine, referente esencial del género de la ciencia-ficción (su influencia en “Blade Runner” de Ridley Scott es evidente), una de las grandes pelÃculas del cine expresionista alemán, cargada de imágenes icónicas que todos podemos reconocer (el robot que suplanta la identidad de MarÃa).
Inspirada en una novela de 1926 de Thea von Harbou, esposa de Fritz Lang, la distopÃa “Metropolis” nos traslada al futuro, a una sociedad dividida y dominada por un Gran Hermano, donde el rico Freder, hijo de la clase noble que dirige la megalópolis, se enamora de la humilde Maria, defensora de los esclavizada trabajadores, mientras los tambores de la revolución amenazan con derribar la injusta ciudad de Metropólis hasta los cimientos.
“Metropolis” (Fritz Lang, 1927)

En realidad estamos de acuerdo en lo básico porque lo que dices lo suscribo prácticamente todo. Aquà simplemente es que…