No hay nadie que dibuje las mujeres mejor que Frank Cho. Bueno, y Milo Manara, pero el italiano es incapaz de dibujar una mujer sin sacarla de un contexto erótico-festivo. Cho es principalmente conocido por el fandom por las hermosas mujeres que dibuja, de estilo pin-up, y especialmente por Brandy, la protagonista de “Liberty Meadows“. Es injusto no reconocerle que, además, es un gran dibujante y un narrador brillante, pero tiene una habilidad innata para las curvas femeninas y las mujeres vuluptuosas. Su dominio de la anatomía es excepcional, evidentemente influenciado por Frank Frazetta.
El dibujante norteamericano Frank Cho, nacido en Corea del Sur y cuyo nombre real es Duk Hyun Cho, es un autor sobradamente conocido en nuestro país, ahora y tras su salto al cómic mainstream de Marvel Comics, pero no lo era tanto en el año 1997 cuando comenzó a publicar una polémica tira de prensa en el periódico de estudiantes de la Universidad de Maryland que, al cabo de un tiempo, se convertiría en “Liberty Meadows“. La complicada edición de la tira en varios periódicos y bajo el paraguas del sindicato Creators Syndicate, que obligó a Cho a autocensurarse y a eliminar los aspectos más controvertidos de su obra para redirigir su producto a un público más familiar, le llevó a la autopublicación mensual y, poco después, a un acuerdo con Image Comics para la impresión y distribución.
“Liberty Meadows” nos narra las aventuras de Frank Mellish y Brandy Carter, trabajadores de una reserva natural que, además, cuenta con una clínica de rehabilitación de animales. Esta es una reserva a la que van animales bastante estrafalarios como el oso Ralph, la rana Leslie, el cerdo Dean, el pato Truman o el perro Oscar, así como un chimpancé pintor que es el mismo Frank Cho y que se dirige al lector (rompiendo la llamada cuarta pared), en la que los humanos encargados tampoco están muy cuerdos y a los que puede pasar casi cualquier cosa. ¿Que significa “cualquier cosa”? Pues desde luchar contra los dobles malvados de un universo paralelo hasta hacer frente a una invasión de castores o compartir sus historias con dinosaurios y otros populares personajes de tiras de prensa tales como Calvin, Hobbes, Dilbert, Steve Canyon, Snoopy o los Simpsons.
“Liberty Meadows” es una obra que se enmarca en el género de los ‘funny animals‘ que ni tiene ni se marca límites, tanto por el propio carácter del reparto como por la falta de un protagonista único, pues aunque la timidez y el amor platónico del nuevo veterinario Frank por la impresionante psicóloga de animales Brandy, el único personaje de todo el reparto que parece mantenerse cuerdo, parece centrar gran parte de los argumentos, también el resto de los personajes tiene su espacio, incluso sus arcos argumentales, con momentos realmente brillantes. Todos los animales pueden hablar y expresar su opinión sobre todo lo que sucede en la reserva, excepto Oscar que actúa como un verdadero perro.
En 2006 Frank Cho interrumpió “Liberty Meadows“, incapaz de mantener el ritmo de publicación mientras trabajaba, a la vez, para editoriales como Marvel Comics. “I thought I could do Liberty Meadows and my Marvel and outside work but I can’t“, explicaba en el año 2012. Allí se quedó, con 37 entregas, y muchos somos los que seguimos esperando su regreso… aunque, a estas alturas, ya sin muchas esperanzas.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…