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Ningún padre sensato comprará jamás a su hijo un muñeco pelirrojo, de ojos azules y con pecas, de sonrisa traviesa, vestido con un mono tejano y una camiseta de colores. Nadie, en su sano juicio, meterá a Chucky en su casa.
La película “Child’s Play” de Tom Holland, estrenada en nuestro país como “El muñeco diabólico“, se estrenó en Estados Unidos en el año 1988. Creada por el guionista Don Mancini la película narraba la historia de un muñeco infantil que, mediante magia vudú, albergaba el alma del asesino en serie Charles Lee Ray. El éxito de la propuesta permitió estrenar varias secuelas de calidad mucho menor en su mayoría (en 1990, 1991, 1998 y 2004), conseguirle una novia e incluso un hijo. Una franquicia de cine de terror gamberro de la que merece la pena destacar “La novia de Chucky” de Ronny Yu.
Corría el año 1998 cuando Chucky, el implacable muñeco asesino que alberga el alma de Charles Lee Ray, volvía a la vida gracias a Tiffany, su ex-amante y cómplice, y el villano le agradecía el gesto traspasando su alma a una muñeca. Ahora son dos los que dejarán a su paso un reguero de muerte, terror, sangre y mucho mucho humor negro. Y es que la cuarta entrega de “El muñeco diabólico” llegó a las pantallas cargada de grandes dosis de humor macabro, como una versión gamberra de “La novia de Frankenstein” de James Whale, y la acertadísima elección de la exhuberante Jennifer Tilly, con su voz inconfundible, como Tiffany Valentine, y el resultado es inmejorable. Protagonizada también por Brad Dourif, Katherine Heigl, Nick Stabile, Alexis Arquette y Gordon Michael Woolvett, entre otros, “La novia de Chucky” es la entrega más divertida y más taquillera de la franquicia.

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