Después de postergarlo durante bastante tiempo al final me he enfrentado al último libro de la saga de Geralt de Rivia de Andrzej  Sapkowski, titulado “La Dama del Lago. Volumen 2“, y el sabor final ha sido algo agridulce, ya que esperaba,… no sé,… ¿algo más idílico?

La Dama del Lago volumen 2. 
Autor: Andrzej  Sapkowski
Título original: Pani jeziora y “Cos sie konczy, cos sie zaczyna”. 
Traducción: Fernando Otero Macías y José María Faraldo. 
Ilustración de cubierta: Alejandro Colucci. 
Diseño de cubierta: Alejandro Terán. 
Páginas: 256 
Formato: Rústica con solapas. 
ISBN: 978-84-9889-048-8.
Precio: 18,95 euros.

 

“De las llamitas, algunas altas y poderosas eran, vivamente brillaban y con claridad, otras por su parte eran pequeñas, vacilantes y temblorosas, y oscurecíase su luz y amortiguábase a trechos. En el mismo final había una llamita pequeña y tan débil que apenas ardía, apenas se removía, ora brillando con gran esfuerzo, ora casi, casi apagándose del todo.

-¿De quién es ese fueguecillo moribundo? -preguntó el brujo.

-Tuyo -respondió la Muerte.

Antes de nada tengo que decir que el problema con el libro lo he tenido yo, y es que, a pesar de que Sapkwoski nos haya ido conduciendo hacia un final de este tipo, a pesar de ver cómo desmenuzaba las miserias del ser humano (el real, el auténtico ser humano) esperaba encontrarme con, no sé, quizás una vuelta de tuerca, un giro hacia la esperanza, un, por qué no, “y comieron felices” que el propio autor es consciente de habernos hurtado (más aún por la inclusión de un relato anterior a gran parte de la saga en el que sí se nos da ese final, dejando a elección del lector con qué final quedarse). El final propuesto por Sapkowski no me satisface por varios motivos, pero principalmente porque después de haber hecho pasar a Geralt y Yennefer por tantas miserias… esperaba algo más de felicidad para ellos. A fin de cuentas esto es fantasía y yo no quiero leer que al final triunfa el mal. Si bien no es un triunfo per se, ya que incluso el emperador de Nilfgaard es capaz de encontrar humanidad en sí mismo no hay que olvidar lo visto en la primera parte del libro y que parece confirmarse en esta segunda parte: el fin del mundo…

Quizás por eso me mosquea tanto que sea la propia logia la que demuestre arrogancia, egoísmo y estrechez de miras, quienes, al final, acaben por condenar al mundo con su votación sobre el destino de Ciri, quienes muestren una vez más, en esta saga, lo ciego que puede ser el ser humano, hombre o mujer, y cómo intenta manipular el destino de otros, más grandes o más pequeños. Cómo todos son ciegos al bien mayor y tan sólo se preocupan por sus pequeñas y arrogantes victorias. Quizás el retrato de la sociedad inventada por Sapkowski sea demasiado fiel a la realidad, y por eso deja este poso de tristeza.

Sobre la trama en sí habría que decir que Andrzej Sapkowski se deja llevar y deja bastante de lado a sus personajes para escribir sobre algo más grande, sobre la misma guerra y los cimientos de nuestra sociedad, sobre el reparto que se hace sobre la sangre de los inocentes, de los plebeyos, sobre quienes manejan el destino utilizando como títeres a reyes y emperadores… Sobre lo inútil de la guerra, sobre cómo los poderosos deciden el destino de los humanos (y no-humanos) y, claro, al escribir esto se le va la mano y maltrata a sus creaciones en ¿aras del bien de la historia? No lo sé, sólo sé que, a pesar de estar escrito (y traducido) con maestría la saga sigue degenerando hacia lo triste, hacia las peores partes del alma del ser humano, y eso no me gusta. No me gusta leer sobre dramas, y menos aún en fantasía, he acabado por cogerle mucho cariño al mundo de Geralt y no me gusta el futuro que se describe para este mundo aquí.

Así que llegamos a un final un tanto onírico, con el autor cierra todas las tramas habidas y por haber, y las cierra bien, no hay pegas aparte de mi propio sentimentalismo… pero no debo ser el único al que este cierre le parece insatisfactorio ya que en la edición española se incluye el final alternativo que se escribió para la saga de Geralt de Rivia allá por el 92 (publicado en el 93) y aunque Andrzej insiste en que es tan sólo un relato, que no es el final del libro… creo que Luis G. Prado sintió una desazón similar a la mía, creo que muchos lectores la sintieron, y sobre todo creo que el final del libro es mucho mejor así, con este relato ingenuo y optimista, con este final feliz que se merecen las creaciones de la Saga de Geralt de Rivia. Un final de perdices y cuentos de hadas, sí, pero un final merecido (y eso a pesar de cómo despacha a varios compañeros de Sapkowski, un final que no se merecen, un final injusto e ingrato).

Así que, allá vosotros, tenemos dos finales; uno oficial y otro ilusorio, ¿con cuál quedarse? Yo, desde luego, me quedo con la ilusión, sobre todo porque el propio Sapkowski lo hace, al encaminar TODO el final del libro para que calce con su final ilusorio, con el segundo final del libro, con el final escrito años antes del final. A mi no me engañas, Andrzej.

Por cierto, es muy interesante leer ese retrato que se hace de la guerra, del racismo, del reparto de poder, de las mesas de negociaciones, de la amargura de ser humano… Aquí sí se ve la maestría de este escritor polaco.

En definitiva, un final que os obligará a preguntaros sobre la ilusión o el desengaño, y un libro que no hace sino engrandecer aún más una saga que nos conquistó años atrás y de la que siempre guardaremos un grato recuerdo (y varias relecturas, claro).

El Último Deseo
La Espada del Destino
La Sangre de los Elfos
Tiempo de Odio
La Torre de la Golondrina
La Dama del Lago, vol 1
Camino sin Retorno (relatos)