Aunque parezca mentira, aún quedan obras inéditas de J.R.R. Tolkien. El baúl del maestro sigue proporcionando sorpresas más de cuarenta años después de su muerte y su hijo Christopher ha ido rescatando del olvido algunas joyas que no deberían haber quedado escondidas e ignoradas en el fondo de un polvoriento cajón. Por ejemplo, “La Caída de Gondolin“.

En el cuento de La Caída de Gondolin chocan dos de los principales poderes del mundo. Por un lado está Morgoth, el mal más absoluto, que está al mando de un enorme poder militar que controla desde su fortaleza en Angband. En su oposición está Ulmo, el segundo Vala más poderoso. Trabaja secretamente en la Tierra Media para apoyar a los Noldor, el grupo de elfos entre los que se contaban Húrin y Túrin Turambar.
En el centro de este conflicto entre deidades se encuentra la ciudad de Gondolin, bella pero escondida más allá de toda posibilidad de ser descubierta. Fue construida y habitada por elfos Noldor que se rebelaron contra el poder divino y huyeron desde Valinor, la tierra de los dioses, a la Tierra Media. Turgon, el rey de Gondolin, es el principal objeto tanto del odio como el miedo de Morgoth, quien trata en vano de descubrir la ciudad, escondida como por arte de magia. En este mundo entra Tuor, el primo de Túrin, como instrumento para hacer cumplir los planes de Ulmo. Guiado por el dios desde la invisibilidad, Tuor parte de la tierra donde nació y emprende un peligroso viaje en busca de Gondolin.
En uno de los momentos más fascinantes de la historia de la Tierra Media, Ulmo se persona ante él, emergiendo del mar en medio de una tormenta. En Gondolin Tuor madura; se casa con Idril, y tienen a su hijo Eärendel. Después llega el terrible final. Debido a un acto de traición suprema, Morgoth se entera de cómo lanzar un ataque devastador a la ciudad, valiéndose de balrogs, dragones e incontables orcos.

Con noventa y cuatro años, Christopher J. R. Tolkien sigue siendo el más fiel albacea de la obra de su padre.
Algunos le han criticado por sacar partido de todo el material que dejó escrito su padre y de publicar cualquier manuscrito del estudio en la casa de Northmoor Road. Y es que su padre era un gran escritor pero, como cualquier otro creador, tiene producciones de mejor y peor calidad literaria, y tiene bocetos, esquemas, pruebas y ejercicios de tanteo que no fueron escritos para llegar a ser publicados sinó como simple documentación de apoyo. El autor de “El Señor de los Anillos” dejó muchas cosas escritas pero quizás no todo debería haber llegado a la imprenta, y publicar por publicar, por el rédito económico que eso supone, no es un motivo aceptable. Hay otros que, por el contrario, agradecen que el hijo pródigo mantenga viva la memoria del escritor y regale al mundo todos esos manuscritos perdidos e ignorados que, sin la sacrificada labor del longevo Christopher, hubieran permanecido en el olvido, por inconclusos que sean.
La polémica sobre las dos posturas mencionadas no es nueva y, desde la publicación póstuma de “El Silmarillion” en 1977, numerosas (que no mayoritarias) voces críticas pusieron en duda la justificación moral de publicar dicha obra, así como que la intervención de Christopher su hubiera limitado a un simple ejercicio de clasificación de papeles y corrección de las amplias notas que dejó escritas su padre. Ambas visiones tienen parte de verdad, y las dos están justificadas en numerosos artículos o conferencias sobre el trabajo del creador de la Tierra Media, pero no seremos nosotros quienes censuraremos una hipotética comercialización del mito de Tolkien pues sin la intervención de Christopher J. R. Tolkien no hubieran visto la luz libros imprescindibles como “El Silmarillion“, pero tampoco “La Leyenda de Sigurd y Gudrún“, “Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media” o “La historia de la Tierra Media“… ni los tres Grandes Cuentos de los Días Antiguos: “La caída de Gondolin“, “Los Hijos de Hurin” y “Beren y Lúthien“.

Con “La Caída de Gondolin” Christopher Tolkien ha intentado recuperar esta historia de la Primera Edad, escrita por el creador de “El Señor de los Anillos” en 1917 (mientras estaba en el hospital recuperándose de las heridas sufridas en la sangrienta Batalla de Somme, un infierno de trincheras, bombas y lodo) y que ya fue contada brevemente en “El Silmarillion” y en “El libro de los Cuentos Perdidos“, y extraerla de la extensa obra en la cual estaba entretejida. Para ilustrar una parte del proceso a través del cual este gran relato de la Tierra Media evolucionó a través de los años, el tercer hijo de J.R.R. Tolkien ha narrado la historia en palabras de su padre a lo largo de varios capítulos y con las distintas versiones del relato que ha recuperado. Hasta seis versiones de la historia de Gondolin (el relato original, el primer texto, “Turlín y los exiliados de Gondolin”, la historia narrada en el “Esbozo de la mitología”, la historia narrada en el “Quenta Noldorinwa” y la última versión) que nos llegan acompañadas con explicaciones detalladas y notas a pie de página, un análisis sobre su evolución, un prefacio de Christopher Tolkien en el que ya anuncia que éste es su último libro, un prólogo, un análisis de la evolución de la historia a lo largo del tiempo, un índice onomástico, unas notas adicionales, un mapa desplegable, la genealogia de Tuor y los príncipes de los Noldor, y ocho ilustraciones exclusivas de Alan Lee. Y eso sin mencionar el espectacular estuche de la edición de prensa (solo para medios de comunicación) del sello Minotauro.

La trama de “La Caída de Gondolin” narra la creación, ascensión y caída de la mítica ciudad de los elfos noldor escondida entre las montañas, desde su origen y fundación hasta la traición y el engaño de Morgoth que llevaron a su eventual destrucción, a fuego y hierro. Narrada en orden cronológico, la historia sigue a Tuor, hijo de Huor, un huérfano humano, solitario, que descubre la ciudad oculta de Gondolin, fundada por los elfos que huyeron desde Valinor a la Tierra Media, de la mano de Ulmo, el dios de las aguas, poderoso entre los Valar. Instalado en Gondolin, Huor se gana el respeto del rey Turgon y se casa con su bella hija Idril, con quién tiene a su hijo Eärendel. Lamentablemente Huor también se gana enemigos, el traicionero y envidioso Meglin, que tramará junto al malvado Morgoth la caída de la poderosa ciudad escondida y le ofrecerá los secretos necesarios para que su ejército de orcos, dragones y balrogs pueda encontrarla.

Esta obra, que eleva a once el número de títulos póstumos de J.R.R. Tolkien, permite a los fervientes seguidores del escritor inglés el sorprendente ejercicio de navegar hasta las fuentes del mito, descubrir como J.R.R. Tolkien fue dando forma a uno de los grandes acontecimientos de la Primera Edad, la destrucción de la ciudad de Gondolin, y como a lo largo de las distintas versiones sobre las que trabajó se fueron añadiendo o eliminando detalles y elementos que en ocasiones nos permiten descubrir datos sorprendentes. Por otro lado, quizás los lectores menos versados en la profundidad literaria del profesor universitario y más aficionados a la sencilla literatura fantástica de dragones, hobbits, elfos y orcos tendrán suficiente con una única de las versiones de “La Caída de Gondolin” en lugar de leer y volver a leer la misma historia contada de maneras distintas.
Sea como sea, un siglo después después de que fuera concebido, nos llega un relato de J.R.R. Tolkien que su hijo ha recuperado y restauraado laboriosamente a partir de unos manuscritos olvidados, y contiene versiones de un relato que formó parte de “El Silmarillion“, un recopilación de obras que también fueron editadas y publicadas póstumamente por Christopher. Y eso es un motivo de júbilo para cualquier aficionado al universo imaginario de la Tierra Media.

La Caída de Gondolin. Editado por Christopher Tolkien. Ilustrado por Alan Lee
Autor: J.R.R. Tolkien
Traducción: Martin Simonson
Editorial: Minotauro
Colección: Biblioteca J.R.R. Tolkien
Serie: Relatos de la Tierra Media
Fecha de publicación: Marzo de 2019
ISBN: 978-84-450-0609-2
Formato: 15,5×23,5cm. Tapa dura con sobrecubierta. Tintas integradas en b/n + aparte a color y dos tintas
Páginas: 326
Precio: 21,95 euros