Debo reconocer que mi relación con James Bond es 100% cinematográfica, pero la publicación de las novelas originales de Ian Fleming de la mano de ECC Ediciones ha sido la oportunidad perfecta para sumergirme en los orígenes literarios del personaje que, para mi sorpresa, son realmente entretenidos y se merecen una lectura.
El Servicio Secreto británico tiene en su punto de mira a Le Chiffre, miembro del servicio secreto ruso que se dedica a jugarse en los casinos los fondos de los comunistas franceses en el casino de Royale-les-Eaux.
James Bond, con nombre código 007 y con licencia para matar, es un agente secreto británico creado por el novelista inglés Ian Fleming (1908-1964) en 1953, en la novela “Casino Royale“, que saltó a las pantallas de cine en 1962 con “Agente 007 contra el Dr. No“. Cincuenta y tres años después de esa primera película, el pasado mes de noviembre del 2015 estrenó “Spectre“, la vigésimo cuarta película ‘oficial’ del agente secreto británico al servicio de Su Majestad.
Aunque inicialmente se hizo famoso a través de las novelas de Ian Fleming, es evidente que James Bond es más conocido por sus apariciones cinematográficas, luciendo los rostros de Barry Nelson (en una única ocasión, para “Casino Royale” en 1954), Sean Connery, David Niven (también en una única ocasión, y también para “Casino Royale” en 1967), George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y, ahora, Daniel Craig, en un total de veintisiete películas (de las cuales veinticuatro películas ‘oficiales’ con seis actores diferentes producidas por Eon Productions) y cinco décadas del mejor cine de acción.
Más allá de la calidad cinematográfica de sus películas, discutible en algunos casos y para algunos críticos cinematográficos, James Bond ha sido y será siempre un icono. El personaje consiguió superar con éxito el fin de la Guerra Fría a finales de los años ochenta y evolucionar, dejando atrás un pasado repleto de tensión entre norteamericanos y soviéticos que, por fortuna, nunca volverá. Incluso su masculinidad de patrones anticuados no se resintió ni un ápice cuando una M femenina se convirtió en su superior y sus gustos, caros y sofisticados, no se han reducido con los nuevos tiempos.
Sus aventuras más recientes, una vez derrotados los malvados comunistas que querían someter al mundo, le han hecho recorrer todos los rincones del planeta y enfrentarse a magnates de los medios de comunicación como Elliot Carver en “El mañana nunca muere“, nostálgicos de la Rúsia comunista como el coronel Ourumov de “Goldeneye“, tecnoterroristas como Henry Gupta en “El mañana nunca muere”, un ex-agente de la KGB que se convirtió en terrorista como Viktor Zokas ‘Renard’ de “El mundo nunca es suficiente“, un militar corrupto como que quería derrocar al gobierno de Bolivia como el General Medrano de “Quantum of Solace“, el terrorista norcoreano Zao de “Muere otro día“, el ciberterrorista Raoul Silva de “Skyfall“, narcotraficantes como Franz Sánchez en “Licencia para matar“, asesinos como el Mr. Hinx de “Spectre“, magnates de negocios y traficantes de diamantes como Sir Gustav Graves de “Muere otro día” o miembros de organizaciones terroristas como Dominic Greene en “Quantum of Solace“. Su pistola semiautomática Walther PPK, modelo estandar de calibre 7.65, (que Daniel Craig sustituye por una contundente Walther P99 de 9 milímetros Parabellum) nunca ha fallado cuando ha tocado darles su merecido a estos villanos del nuevo siglo.
Pero no hay que olvidar que el origen de James Bond es literario. Su creador, Ian Fleming, escribió doce novelas y nueve cuentos protagonizados por el agente del Servicio Secreto de Su Majestad (quizás menos, pues existe la discusión sobre la última de ellas, “El hombre de la pistola de oro“, pues murió mientras la escribía). La primera de todas ellas es esta “Casino Royale“, escrita en el año 1953 durante una estancia del escritor en Jamaica (en una mansión llamada ‘Goldeneye’ que se compró en Jamaica acabada la guerra y hoy convertida en hotel de lujo para ‘celebrities’), y el autor tomó prestados varios episodios de su vida para construir la historia y al escritor norteamericano de un libro de ornitología, “Birds of the West Indies“, para dar nombre al protagonista.
Desde la muerte de Fleming en 1964, en Canterbury a la edad de 56 años (una botella de ginebra y 70 cigarrillos diarios no auguraban nada bueno), ha habido otros escritores autorizados para crear nuevo material sobre James Bond como John Gardner, Raymond Benson, Kingsley Amis, Sebastian Faulks, Jeffery Deaver, William Boyd, Samantha Weinberg (bajo el seudónimo de Kate Westbrook publicó “Los Diarios de Moneypenny”), Anthony Horowitz o Charlie Higson (autor de una serie de novelas sobre la juventud de James Bond) pero, claro, no hay nada como el sabor original. ¿Y que mejor manera de adentrarse en el universo literario de Bond que empezando por el principio?
En “Casino Royale” James Bond es enviado a una arriesgada misión en el casino de una (ficticia) ciudad de la Costa Azul mediterranea, Royale-les-Eaux: deberá ganar en una partida de bacará y dejar en la bancarrota a Le Chiffre, uno de los agentes más crueles y despiadados de la agencia de contraespionaje soviética SMERSH, encargado de su financiación y también dueño de una cadena de burdeles. Pero la descarnada lucha no solo tendrá lugar en la mesa de juego, pues el agente 007, acompañado de aliados como Felix Leiter de la CIA, de René Mathis del Deuxième Bureau francés y de la hermosa Vesper Lynd, deberá enfrentarse a violentos asesinos que intentarán acabar con su vida.
Es importante poner en contexto la novela de Fleming, puesto que los hechos que narra en “Casino Royale” distan bastante de los que nos contaba en el año 2006 la película homónima dirigida por el neozelandés Martin Campbell. El primer elemento de esta novela ‘pulp’ es el esencial: la novela de Ian Fleming está escrita en 1953, el año que los libros de Historia establecen como el inicio de la segunda fase de la Guerra Fría, tras la muerte del líder soviético Iósif Stalin y el final de la Guerra de Corea. De hecho 1953 es un año marcado en rojo para estos años convulsos, cuando la URSS detonó su primera bomba de hidrógeno, Kim Il-Sung empezó su dictadura comunista en Corea del Norte, el republicano Dwight D. Eisenhower tomaba posesión como presidente de Estados Unidos, la reina Isabel II fue coronada en la abadía de Westminster, Nikita Jrushchov es nombrado nuevo secretario general del Partido Comunista,… Era un tiempo de tensión y caos, el Telón de Acero dividía el mundo, con las dos superpotencias enfrentadas en una escalada de tensión que diez años después, con la crisis de los misiles de Cuba, abocaría al mundo a una Tercera Guerra Mundial inminente. Y Fleming supo reflejar este clima inestable con una figura mítica y esencial de esa época, un estereotipo que ha creado escuela, un agente secreto del MI6 británico con licencia para matar, escarbando en las operaciones que ocultaban los gobiernos, un tipo tan elegante como frío, tan seductor como implacable, que irradia autocontrol y confianza en sí mismo, sensual con las mujeres y rudo con el enemigo, que se enfrenta a malvados agentes rivales que quieren destruir el mundo y someterlo al capricho de los enemigos de Occidente. De hecho en “Casino Royale”, que es la primera novela de la saga, Ian Fleming ya establece las características que han hecho irrepetible la serie del espía británico. Elegante, clásico y sofisticado, el ‘look’ de Bond ya es eterno.
Inexplicablemente, las novelas originales de Ian Fleming en castellano han resultado muy difíciles de encontrar en el nuestro país durante mucho tiempo. Se tradujeron en España en los años sesenta, en versiones poco cuidadas y censuradas de sus explícitas escenas eróticas, y desde las ediciones de bolsillo de Punto de Lectura de hace más de diez años que solamente se pueden encontrar en librerías de segunda mano, pero ECC Ediciones lo ha rescatado del olvido y nos ofrece una nueva edición completa de los catorce títulos que componen toda la producción de Bond salida de la pluma de su creador literario, con nuevas y muy cuidadas traducciones (de Sara Bueno la de la primera entrega), empezando por este “Casino Royale” que nos permitirá descubrir los orígenes literarios (que no biográficos) del espía más eficaz, y mortal, de Su Majestad. Sí, aquel tipo duro que suele vestir con un esmoquin impecable, no pierde la compostura ante los enemigos más fieros, ni la templanza ante las mujeres más seductoras, y vive aventuras repletas de acción a raudales, espionaje, erotismo y género negro.
El agente doble cero nació en un mundo dividido. Cuando el control del poder se discutía entre dos superpotencias. Las dos entregadas, por encima de todo, a amenazarse mutuamente. Bond, James Bond. Un icono del séptimo arte. ¿Alguien recuerda que tras el personaje se encontraba una serie de novelas y tras estas su creador, un escritor llamado Ian Fleming? Pues no dejéis pasar la oportunidad de descubrir “Casino Royale“.
Yo creo que eres un dinosaurio sexista y misógino. Una reliquia de la Guerra Fría. (M, en “Goldeneye”)
James Bond: Casino Royale.
Autor: Ian Fleming
Fecha de publicación: Diciembre de 2015
Formato: Rústica
Páginas: 160
Precio: 13,95 euros
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…