Uno de los inventos más importantes de la historia de la humanidad es la radio. y aunque Nikola Tesla patentó la tecnología inalámbrica y, en consecuencia, se le considera el creador de la radio, fue el italiano Guglielmo Marconi quién realizó la primera transmisión por radio, el 14 de mayo de 1879, y fue su nombre el que quedó grabado en los libros de historia. Pero la polémica sobre la invención de la radio también involucra al físico alemán Heinrich Rudolph Hertz, que ya había construido un modelo de emisor, y al físico ruso Aleksandr Popov, que presentó un receptor de ondas de radio muy similar al de Marconi… pero pocos días después. Sea como sea, la radio forma parte de nuestras vidas desde entonces.
La radio es el elemento esencial sobre el que gira “Frequency“, una película de ciencia-ficción del año 2000 que fabula sobre la posibilidad que dos personas, padre e hijo, separados por décadas, pudieran comunicarse a través de un equipo de radioaficionado. Dirigida por Gregory Hoblit y protagonizada por Dennis Quaid, James Caviezel, Elizabeth Mitchell, Shawn Doyle y Andre Braugher, la película nos contaba como John Sullivan consigue, gracias al viejo equipo de radioaficionado de su padre y un extraño fenómeno meteorológico, comunicarse con éste treinta años atrás. John verá, entonces, la posibilidad de cambiar la historia, impidiendo que su padre, un bombero fallecido en un incendio, sufra su funesto destino. Ambos deberán trabajar juntos para cambiar los trágicos acontecimientos que se avecinan, al mismo tiempo que intentarán mejorar su complicada relación.
El director Gregory Hoblit ya nos había demostrado con “Las dos caras de la verdad” y “Fallen” que sabe jugar bien con guiones que hacen trampas, que esconden sus cartas, y si en esas dos se guardaba un giro final inesperado en ésta retuerce las historias de viajes en el tiempo y de las paradojas para convertir un relato sentimental del hijo huérfano que busca salvar a su padre de una muerte anunciada en una película de ciencia-ficción entretenida con una pizca de thriller. En el fondo, una pregunta de aquellas que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿si pudiésemos viajar en el tiempo y cambiar alguna cosa de nuestro pasado, que es aquello que haríamos o dejaríamos de hacer?
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…