Filosofía en viñetas” nos adentra en las procelosas aguas que navegaron con su intelecto los filósofos más ilustres de la Historia, en un libro de la colección DE BOLSILLO que nos trae Penguin Random House y que, debido a su éxito, cuenta con una reimpresión.

Filosofía en viñetas
Guión: Michael F. Patton y Kevin Cannon
Dibujo: Kevin Cannon
DeBolsillo (Penguin Random House GE)
Tomo 176 pgs b/n, tapa blanda, 16,5×23 cm.
Edición española de The cartoon introduction to philosophy (Hill and Wang, 2015)
Precio: 14,95 €

Mediante ejemplos ilustrados e ilustrativos, Michael F. Patton y Kevin Cannon nos llevan en este ensayo gráfi co a recorrer más de dos mil quinientos años de pensamiento y refl exión. De la mano de los mayores fi lósofos de todos los tiempos, desde la antigua Grecia hasta nuestros días, de un modo ameno, original y divertido, nos adentran en las siempre cambiantes y apasionantes aguas de la lógica, la epistemología, la ética y la metafísica.

La asignatura de Filosofía que me impartieron en los lejanos tiempos de la E.G.B. siempre cautivó mi imaginación. Todos aquellos señores de nombres rimbombantes elucubraban sobre temas muchas veces demasiados elevados para cualquier ciudadano normal. ¿Y esto lo hacían en sus ratos libres, o se dedicaban a tiempo completo a pensar sin más? Nunca sabré la respuesta, pues sus ideas nos han llegado, pero su vida privada de muchos de ellos es una incógnita.

Y sobre esos pensamientos e intenciones, los autores de este libro, Michael F. Patton y Kevin Cannon nos describen a los filósofos de manera caricaturesca, acorde con lo que cada uno representa en su ideología y exagerando su actitud. Tanto guionista como dibujante se han propuesto filtrar lo esencial de cada uno de ellos, hasta dejarlo cristalino y así poder ofrecerlo en viñetas en una aventura del saber liviana, divertida y didáctica a partes iguales.

El libro se compone de una introducción, seis partes y un glosario de términos. Es el presocrático Heráclito (540 a.C. – 490 a. C.) quien hace de guía, y montado en su canoa nos acompaña por el río de la Filosofía, encontrando a otros filósofos que le aclararán las diferentes ramas en las que se divide esta ciencia que estudia el saber humano: lógica, epistemología, metafísica y axiología.

Para defender las convicciones es necesaria La Lógica, primera parada en el libro, donde tendremos a Aristóteles y John Stuart Mill como invitados de lujo.

La epistemología y en particular La Percepción, que es en lo que creemos por nosotros mismos, ocupa el segundo capítulo, con René Descartes, John Locke y George Berkeley dando sus puntos de vista sobre el asunto.

La Mente ocupa el siguiente tema a tratar, con el filósofo griego Platón y Gottfried Wilhelm Leibniz separando mente y cuerpo en sus deducciones, rebatidas por el racionalista Baruch Spinoza. Alan Turing y David Chambers aportarán su granito con su filosofía más moderna.

El Libre Albedrío es otro tema a tratar en su respectivo capítulo, con Demócrito exponiendo su teoría del determinismo y David Hume, filósofo escocés, analizando el libre albedrío como sólo él sabe.

Tomás de Aquino e Immanuel Kant nos hablan de la existencia de Dios, y William Paley y Charles Darwin la borran de un plumazo.

La Ética es el último tema del libro, con el siempre contundente Sócrates y Thomas Hobbes uniéndose al elenco de filósofos del libro, junto a Jeremy Bentham y finalmente Friedrich Wilhem Nietzsche, que no podía faltar para mirar al abismo. Una interesante bibliografía cierra el libro.

La falta de mujeres filósofas podría resultar intolerable para sectores feministas, pero como aclaran los autores a través de la voz de Heráclito, están infrarrepresentadas en el CANON establecido.

Como comenté en el tercer párrafo, el libro está orientado a jóvenes, especialmente a estudiantes, y para tal menester, la trama del libro se ha planteado con mucho humor, plagado de ocurrencias y desventuras, algunas desternillantes, y una exposición de los temas tratados muy masticada y diáfana. El dibujo, en blanco y negro y grises, acompaña perfectamente a los textos, es muy limpio y dinámico, a la par que divertido. Todo esto consigue un libro resultón muy recomendable para los chavales y cualquier lector de cómics ocasional. Le auguro mucho éxito, sobre todo por las recomendaciones de los docentes a sus alumnos. El saber no ocupa lugar, bueno, sí, unas 170 páginas en formato manejable y tapa blanda.