El director polaco Krzysztof Kieslowski tomó los colores de la bandera francesa para plasmar en tres películas (“Azul”, “Blanco” y “Rojo”) los ideales revolucionarios franceses y el escritor Lawrence Durrell narró la misma historia desde cuatro puntos de vista diferentes, cuatro perspectivas de cuatro personajes (“Justine”, “Balthazar”, “Mountolive” y “Clea”) en la tetralogía “El cuarteto de Alejandría” publicadas entre los años 1957 y 1960. Son dos ejemplos que una buena idea puede desarrollarse en forma de muchas historias diferentes. Como un diamante, con muchas caras pero todas ellas brillantes.

elfos2_portadaEn “Elfo blanco, corazón negro” un elfo blanco debe aprender los secretos de los exploradores de su raza para dar caza a uno de los últimos ejemplares de dragón blanco que existen.
En “El elegido de los semielfos” conoceremos la raza de hijos bastardos de los hombres y los elfos, una raza que no tiene ni país ni patria ni ley… hasta que una profecía indica que uno de ellos los conducirá hasta la tierra prometida.

No pretendemos comparar el trabajo de la segunda entrega de los “Elfos” con obras cumbre del cine europeo como los “Trois Couleurs” de Kieslowski o de la literatura como “El cuarteto de Alejandría” de Durrell, pero estas dos obras nos sirven de ejemplo para explicar como una buena idea puede desarrollarse en paralelo, en serie, girando sobre si misma, alejando la visión del espectador/lector para que aprecie el conjunto, centrando la atención del espectador/lector en un único fragmento, viajando adelante y atrás en el tiempo para poner la historia en contexto, o picando repetitivamente sobre el mismo punto de forma machacona.
Mientras Kieslowski opta por aprovechar un concepto (Libertad, igualdad y fraternidad, en francés Liberté, égalité, fraternité, que es el lema oficial de la República francesa) para desarrollar su visión personal sobre la realidad de la sociedad francesa a finales de los años noventa, mientras que Durrell nos ofrece visiones paralelas, pero todas ellas diferentes, de unos acontecimientos que tienen lugar en Alejandría y Egipto, antes y durante la Segunda Guerra Mundial o, por poner otro ejemplo, mientras las películas de “Terminator” (“The Terminator”, “Terminator 2: El juicio final”, “Terminator 3: La rebelión de las máquinas”, “Terminator Salvation”, “Terminator: Genesis” y la serie de televisión “Terminator: The Sarah Connor Chronicles”) nos presentan viajes en el tiempo para modificar una linea temporal determinada eliminando uno de los elementos esenciales que la hacen posible (John Connor, o su madre Sarah Connor), “Elfos” es un original proyecto colectivo de la editorial francesa Soleil Productions que centra su atención en una de las razas más poderosas de un mundo mágico e imaginario, y donde cada pareja de autores, guionista y dibujante, desarrolla su propia visión de una subraza élfica determinada a través de una historia autoconclusiva, ambientada en un mismo universo de fantasía: el mágico mundo de Arran. Un mundo repleto de detalles que, sin duda, crecerá y crecerá con cada nueva entrega gracias a las aportaciones de otros equipos creativos, que daran su visión y desarrollaran sus propias historias independientes, autosuficientes, que se retroalimentan pero ignoran, ideas paralelas, en serie, que avanzan juntas para construir un conjunto sólido y firme.

En Francia “Elfos” cuenta ya con catorce títulos publicados (el último de ellos, el décimocuarto, titulado “Le jugement de la fosse” ha llegado en junio a las librerías francesas), todos ellos creados por diferentes equipos artísticos para Soleil Productions. Yermo Ediciones se encarga de publicar la colección en castellano, en entregas bimestrales, en álbumes recopilatorios de dos aventuras completas, y con la lectura de la primera entrega ya nos convirtió en fieles seguidores.
Este segundo volumen en castellano de “Elfos” nos ofrece un par de entretenidas aventuras ambientadas de nuevo en Arran, y que tiene como protagonistas a los Elfos Blancos por un lado y a los Semielfos por el otro.
Mientras J.R.R. Tolkien nos hablaba de los elfos Noldor, Teleri o Vanyar, entre otros, esta colección nos habla de subrazas élficas diferentes, como los elfos azules de los mares, los elfos silvanos de los bosques, los elfos blancos del conocimiento, los semielfos y los elfos negros. Cinco razas (azules, silvanos, blancos, semielfos y negros) que iban a protagonizar incialmente las cinco tramas argumentales de las cinco entregas creadas por cinco equipos creativos distintos, cinco guionistas (Jean-Luc Istin, Nicolas Jarry, Olivier Peru, Éric Corbeyran y Marc Hadrien) y cinco dibujantes, sumando un total de veinte manos (Kyko Duarte, Gianluca Maconi, Stéphane Bileau, Jean-Paul Bordier y Ma Yi)… pero que el éxito que obtuvo la serie en el país vecino obligó a Soleil a seguir adelante con el proyecto.

La primera, “Elfo blanco, corazón negro” (“Elf blanc, coeur noir“), está escrita por el guionista francés Olivier Peru (“Androïdes”, “Les Maitres Inquisiteurs”, “Oracle”, “Mjöllnir”, “Nosferatu”, “In Nomine”, “Lancelot”, “La Guerre des Orcs”,…), dibujada por Stéphane Bileau (“Les Contes de Brocéliande”, “Les Contes du Korrigan”, “La Quête du Graal”, “Les Véritables légendes urbaines”) un autor de obra escasa pero con un arrebatador estilo francés de BD del que nos hemos enamorado y al que seguiremos con atención en el futuro, y el color del italiano Luca Merli, y nos cuentan como dos elfos blancos de las aisladas islas del norte viajan durante varios años por la tierra de los hombres en busca del último de los dragones blancos, al que dan caza de forma tenaz e incansable. Los dos estan embarcados en la misión de capturar a este último dragón blanco para evitar su exterminio. El más joven de ellos es Fall, hijo adoptivo del elfo blanco Meliatell, que cuenta con un origen oscuro e incierto, envuelto en la bruma de los malos augurios que el destino funesto confirmará.
Tal y como Yermo Ediciones afirma en su presentación de la obra, dibujante y guionista se compenetran a la perfección en “Elfo blanco, corazón negro“, y la expresividad y belleza de las páginas de Stéphane Bileau mejoran notablemente con la apabullante aparición del dragón.
La segunda historia, “El elegido de los semielfos” (“L’élu des semi-Elfes“), está escrita por el prolífico Éric Corbeyran (docenas y docenas de obras forman parte de su curriculum desde su debut, a finales de los años ochenta, entre las que destacan “L’As de pique”, “Stonehenge”, “Le Chant des Stryges”, “Pulsions”, “Kid Korrigan”, “Weëna”,… hasta sumar un total cercano ¡a los doscientos álbums!) y dibujada por Jean-Paul Bordier, con el color de Digikore Studios, y nos cuenta como la raza híbrida de los semielfos busca un lugar donde asentarse y fundar una nación propia, alejada de hombres y elfos, que los desprecian y persiguen, acechan y explotan. Peregrinando pacíficamente por todo Arran en busca de un hogar, los semielfos son guiados por Nah-Thaal, el Elegido, señalado por una profecía como aquel destinado a reunirlos bajo una misma bandera pero al que un malvado rival arrebatará el puesto con intención de imponer sus ansias de venganza por encima del bien de su pueblo.
Las dos aventuras, autoconclusivas, se pueden leer de manera independiente y en cualquier orden y donde no falta la la acción y la aventura, la intriga y el misterio. Tampoco, por supuesto, la magia y la fantasía. Pero, puestos a buscar aspectos negativos a una obra en la que los puntos positivos sobresalen, sería bueno señalar que los ‘one-shot‘ limitan la capacidad de desarrollo de los personajes protagonistas, y reducen la complejidad de las aventuras por la acotación de la extensión de la que disponen los guionistas para construir la historia. Se nota sobretodo en la segunda de las historias, donde todos los acontecimientos se desarrollan de forma precipitada, mientras que en “Elfo blanco, corazón negro” el ritmo, y la pausa, se utilizan con más orden y la historia se ajusta como un guante a su extensión.

En el arte de crear historias, sea para el cine, la televisión, los cómics o la literatura, la idea es la esencia de todo, la semilla de la que surge el árbol de frondosas ramas. Muchos eruditos afirman que en realidad ya se ha contado todo, y que hoy en día la originalidad consiste simplemente en contarlo de forma interesante y diferente. Es decir, que el estilo cuenta y cada vez es más importante el cómo se cuenta una historia que la historia en sí. Posiblemente ahí radica el éxito de los “Elfos” de Soleil, en tomar una idea que no es original pero presentarla de forma diferente a la que estamos acostumbrados, y con un equipo creativo brillante que no hace sino subir el nivel y el listón del primer volumen de “Elfos“, que recopilaba entre sus tapas los dos primeros álbumes originales, “El cristal de los elfos azules” y “El honor de los elfos silvanos“, y con el que ya habíamos quedado seducidos. ¡Que pase el siguiente! (que serán “La Dynastie des Elfes noirs” de Marc Hadrien y Ma Yi, y “La Mission des Elfes bleus” de Jean-Luc Istin y Kyko Duarte).

¡Las ideas! Quién tiene una buena idea, tiene un tesoro. La tuvo Soleil con su colección de los elfos y, por ejemplo, también las tiene continuamente Pixar, uno de los mejores estudios animados en el mundo. De hecho Pixar tiene una lista de 22 reglas para crear sus historias que siempre me han parecido muy interesantes para cualquier profesional que viva de la creación, de la creatividad y de producir ideas. Una buena manera de cerrar una reseña sobre un álbum que se sustenta, sobretodo, en una buena idea:

1. Haz que tus personajes trabajen.
Admiramos más a un personaje por lo que intenta que por lo que consigue.

2. Ponte en el lugar de la audiencia.
Debes tener en mente qué es interesante para ti como público, no lo que es divertido hacer como escritor. Pueden ser cosas distintas.

3. Busca el tema al final.
Tener un tema es importante, pero no verás de qué trata realmente la historia hasta que la termines. Cuando lo hagas, reescribe.

4. Usa la estructura universal.
Había una vez un XX. Cada día, XX. Hasta que un día XX. Entonces, XX. Hasta que finalmente XX.

5. Simplifica y enfoca.
Combina personajes. Sáltate los desvíos. Sentirás que pierdes algunas cosas valiosas, pero te hará libre.

6. Desafía a tus personajes.
¿En qué es bueno tu personaje? ¿Con qué se siente cómodo? Piensa en el polo opuesto y haz que lo desafíe. ¿Qué ocurre entonces?

7. Empieza por el final.
Construye el final antes que el medio. en serio. Los finales son difíciles; conseguir el tuyo te dará ventaja.

8. Aprende a terminar.
Termina tu historia; déjala ir incluso si no es perfecta. En un mundo ideal tendrías ambas cosas, pero tienes que seguir adelante y hacerlo mejor la próxima vez.

9. Aprende de lo que no quieres.
Cuando estés bloqueado, haz una lista de lo que NO debería suceder a continuación. Muchas veces el material para desatascarte aparecerá así.

10. Analiza las historias que te gustan.
Pon aparte las historias que te gustan. Lo que te gusta de ellas es una parte de ti; tienes que reconocerlo antes de poder usarlo.

11. Escribe tus ideas.
Ponerlo sobre el papel te permite empezar a aregllarlo. Si lo dejas en tu cabeza como una idea perfecta, nunca lo compartirás con nadie.

12. Sorpréndete.
Descarta la primera cosa que aparezca en tu mente. Y la segunda, tercera, cuarta, quinta… Aparta lo obvio de tu camino.

13. Haz que tus personajes tengan opiniones.
Un personaje pasivo/maleable puede resultarte agradable mientras lo escribes, pero es veneno para la audiencia.

14. Busca el corazón de tu historia.
¿Por qué debes contar ESTA historia? ¿Cuál es la creencia que arde dentro de tu historia y de la que se alimenta? Ahí se encuentra el corazón de la misma.

15. Sé honesto/a.
Si tu fueses tu personaje, en esta situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad aporta credibilidad a situaciones increíbles.

16. Pon obstáculos.
¿Cuáles son los riesgos? Danos una razón que guíe al personaje. ¿Qué ocurre si no tiene éxito? Haz que tenga muchas probabilidades en contra.

17. No tengas miedo a equivocarte.
Ningún trabajo es una pérdida de tiempo. Sino funciona, déjalo ir y sigue adelante; volverá a serte útil después.

18. Conócete a ti mismo/a.
Aprende la diferencia entre hacerlo lo mejor posible y preocuparte por detalles nimios. Escribir una historia es experimentar, no refinar.

19. No hagas trampa.
Usar la casualidad para meter a tus personajes en problemas es algo bueno; usar la casualidad para sacarlos de ellos, es hacer trampa.

20. Analiza las historias que NO te gusta.
Un ejercicio: coge los componentes básicos de una película que no te guste y reorganízalos para convertirlos en lo que te gusta.

21. Identifícate con tu historia.
Tienes que identificarte con tus situaciones/personajes; no puedes limitarte a escribirlos. ¿Qué te haría actuar de esa forma?

22. Busca la esencia.
¿Cuál es la esencia de tu historia? ¿La forma más sencilla de definirla? Si sabes eso, puedes construirlo todo a partir de ahí.

Elfos 2.
Guión: Olivier Peru y Éric Corbeyran
Dibujo: Stéphane Bileau y Jean-Paul Bordier
Título original: “Elfes” vols. 3 y 4
Colección: BD
Fecha Publicación: Julio de 2016
ISBN: 978-84-16428-60-1
Formato: 22,3×31,2cm. Cartoné. Color
Páginas: 112
Precio: 25,00 euros