En el año 1912 el escritor escocés Arthur Conan Doyle publicó “The Lost World“, un clásico de las novelas de aventuras acerca de una expedición que viaja hasta un rincón perdido de Sudamérica donde aún sobreviven numerosas especies de dinosaurios que se creían extintas. Esta historia ha vivido numerosas adaptaciones a distintos medios, siendo la más destacada la versión cinematográfica de Harry O. Hoyt de 1925, y la más reciente en el cómic de Christophe Bec, Fabrizio Faina y Mauro Salvatore publicado por Yermo Ediciones.

Una impresionante expedición en Sudamérica liderada por dos rivales científicos, el profesor Challenger y el profesor Summerlee, y formada por el periodista Ned Malone y el famoso cazador Lord Roxton, es el inicio de una aventura que puede cambiar para siempre la percepción que la humanidad tiene sobre los dinosaurios y sobre su extinción… pues están a punto de encontrar el mundo perdido.

Eran muy grandes, dominaban la Tierra hace doscientos millones de años, y desaparecieron mucho antes de la llegada de los hombres. Y aunque nunca cruzaron sus pasos con los del ser humano, el gran tamaño de algunos de ellos, así como su naturaleza aparentemente violenta y monstruosa, han atraído la imaginación del público desde hace décadas, se han hecho exhibiciones y exposiciones sobre dinosaurios en museos de todo el mundo y han tenido apariciones regulares en numerosos libros y películas. De hecho, ya forman parte de la cultura popular.

Explorado a finales del siglo XIX, el monte Roraima de Venezuela, muy cerca de la frontera con Brasil, es uno de los lugares más antiguos de la corteza terrestre. Es un tepuy, el nombre que reciben las singulares mesetas abruptas, de paredes verticales y cimas muy planas de esta zona, la llamada Gran Sabana o Wek-tá (el lugar de las montañas) por los indígenas del lugar, y el Roraima sobresale más de mil metros sobre las sabanas boscosas circundantes. Es en este entorno y en las expediciones del explorador Sir Robert Hermann Schomburgk que se inspiró el escritor Arthur Conan Doyle para escribir “The Lost World“.

Publicada en 1912, hace más de cien años, “El mundo perdido” es una de esas novelas de aventuras que todo adolescente debería leer, una obra indispensable como lo es “La isla del tesoro”, “La vuelta al mundo en ochenta días”, “Sandokan” o “Los viajes de Gulliver”. Su autor, sir Arthur Conan Doyle, tiene su nombre ligado para toda la eternidad con el gran detective de ficción del 221B de Baker Street, Sherlock Holmes, creado por Conan Doyle en 1886, pero en 1912 ya había aceptado la carga del mito, que eclipsó el resto de su bibliografía, para disgusto y frustración del escritor, y hacía varios años que había resucitado al cadáver de las cascadas de Reichenbach, en Suiza, donde lo hizo morir en 1893, durante un enfrentamiento con su archienemigo James Moriarty. Su obra prolífica, que incluye relatos de aventuras, ciencia-ficción, novela histórica, teatro y poesía, añadió pues en 1912 la primera aventura del profesor George Edward Challenger, “El mundo perdido“, aunque la bibliografía de Conan Doyle cuenta con otros relatos protagonizados por el profesor Challenger, que volvería ser utilizado por Doyle en “The Poison Belt” de 1913, “The Land of Mist” de 1926, “When the world screaming” de 1928 y “The disentegration machine” de 1929.

La novela de aventuras “El Mundo Perdido” sigue siendo hoy, un siglo después, una obra maestra de la literatura, un clásico fundamental que mantiene su frescura y emoción, y una de las obras más influyentes, imitadas y adaptadas del género. Sí, sin la menor duda todos habréis detectado que el concepto fue reutilizado por el escritor estadounidense Michael Crichton en su novela homónima, secuela de “Jurassic Park“, y que algunos elementos de la novela seguramente inspiraron películas como “King Kong” o “Godzilla“.

La historia de “The Lost World” es bien conocida: el estrafalario y singular zoólogo George Edward Challenger decide emprender una expedición a la desconocida tierra de Maple White para demostrar a su incrédulo público, y a sus escépticos colegas de profesión, la existencia de especies prehistóricas y, si es posible, traer pruebas de sus hallazgos. Esta prodigiosa odisea en busca de un mundo perdido contará con una expedición formada por un grupo variopinto: los profesores rivales Challenger y Summerlee, el periodista Ned Malone, y el cazador Lord John Roxton. Tras un largo camino, los cuatro aventureros logran encontrar la puerta de entrada al ‘mundo perdido’, poblado por dinosaurios y hombres prehistóricos entre muchos otros peligros.

Esta es una historia a medio camino entre los géneros de aventuras, fantasía y ciencia-ficción, el falso documental y el cuaderno de viaje, protagonizada por aventureros que emprenden un largo viaje de exploración que les llevará a descubrir un mundo perdido donde viven animales extintos, pero que también les podría haber llevado a descubrir civilizaciones perdidas bajo la corteza terrestre como “Viaje al centro de la Tierra” de Jules Verne, reinos submarinos olvidados en el fondo del mar, criaturas monstruosas en la Antártida como las que nos presentaba H. P. Lovecraft en “En las montañas de la locura“, o antiguas civilizaciones que persisten en selvas impenetrables de África como en “Las minas del Rey Salomón” de H. Rider Haggar.

La versión en cómic escrita por el guionista francés Christophe Bec (“Prometeo”, “Deepwater Prison”, “Santuario”, “Sarah”) y dibujada por los italianos Fabrizio Faina y Mauro Salvatore, publicada originalmente en francés en tres tomos por Soleil Productions (“Le monde perdu“) en 2013, 2015 y 2017, y en febrero de 2018 en castellano y en formato integral por Yermo Ediciones, intenta ser fiel a la novela de sir Arthur Conan Doyle, y a la verosimilitud científica de la obra original, y devolver a los lectores aquella ilusión de los primeros lectores, las aventuras sin corsés, las expediciones de Allan Quatermain o del arqueólogo Indiana Jones, y hacernos soñar de nuevo que quizás, en algún lugar olvidado por el tiempo, los grandes reptiles del jurásico podrían seguir vivos. Y la verdad es que casi lo consiguen: enganchan al lector con un buen arranque y las promesas de una expedición a través de la selva amazónica, hostil e inexplorada, lo llevan en volandas hasta las cascadas que esconden la puerta, y lo maravillan con los impresionantes dinosaurios que les esperan tras las crestas rocosas que, como murallas, encierran el paraíso perdido. Y a partir de aquí, con el tercer volumen sobretodo, la historia va cuesta abajo y sin frenos. Los dinosaurios dejan paso a tribus prehistóricas hostiles, monjes dominicos locos y el regreso a casa, vivos pero sin pruebas que documenten y demuestren lo que han visto y vivido en aquel monte Roraima imaginado por Conan Doyle.

Y de todo el conjunto es el reparto de personajes, quizás, el elemento mejor construido por el guionista y los dos dibujantes: el narrador de la historia, el joven e inexperto periodista enamorado Ned Malone (sorprendentemente rebautizado, pues en la novela original se llama Edward Malone), el eminente profesor en zoología de carácter fuerte e irascible y ego desmedido George Edward Challenger, su rival, contrapartida y opositor, el escéptico, débil y flemático Summerlee, y el dandy aristócrata y explorador Lord John Roxton, que busca simplemente la emoción de la aventura y el riesgo y al que la parte científica de la expedición a White Map (otro cambio sutil, del Maple White de la novela original al White Map del cómic) le importa bien poco.

El guión de Christophe Bec es fiel a la obra original y consigue mantener el ritmo y el interés del lector durante muchas páginas, y el dibujo de Faina y Salvatore es correcto, sin florituras ni alardes, casi anodino pero demuestran un buen uso del color. Lo que es una maravilla, como siempre, es la calidad de la edición de Yermo Ediciones, en tapa dura, papel de calidad, y las habituales páginas extra con bocetos de personajes y bocetos. En conclusión, “El mundo perdido” de Christophe Bec, Fabrizio Faina y Mauro Salvatore es un proyecto ambicioso que supera el reto con nota, aunque no alcanza la excelencia.

El Mundo Perdido
Guión: Christophe Bec
Dibujo: Fabrizio Faina y Mauro Salvatore
ISBN: 978-84-17085-37-7
Formato: 22,3×31,2cm. Cartoné. Color
Páginas: 160
Precio: 35,00 euros