Ayer por fin me puse a ver “El Dictador” de Larry Charles, una película que me había despertado mucho interés, sobre todo tras disfrutar como un enano con “Ali G“, y algo menos con “Borat“. Estaba deseando ver a Sacha Baron Cohen y la verdad es que la película se me acabó haciendo larga. 

El Dictador
Título original: The dictator. 
Dirección: Larry Charles
País: USA. 
Año: 2012. 
Duración: 83 min. 
Género: Comedia. 
Interpretación: Sacha Baron Cohen (almirante general Aladeen), Anna Faris (Zoey), Ben Kingsley (Tamir), Jason Mantzoukas (Nadal), Megan Fox, John C. Reilly, Aasif Mandvi (Doctor), Chris Elliott (Sr. Ogden). 
Guion: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel y Jeff Schaffer. 
Producción: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Scott Rudin, Jeff Schaffer, Todd Schulman y Anthony Hines. 
Música: Erran Baron Cohen. 
Fotografía: Lawrence Sher. 
Montaje: Greg Hayden y Eric Kissack. 
Diseño de producción: Victor Kempster. 
Vestuario: Jeffrey Kurland. 
Distribuidora: Paramount Pictures Spain.

Supongo que con mi entradilla os he dejado un poco descolocados, pero tengo que ser sincero. El Dictador se hace una película larga, en la que sólo hay un personaje interesante y que, sin embargo, no lo es tanto como para llevar todo el peso de la película sobre sus hombros. Sí, hay humor, coñas muy divertidas y que seguramente repetiré con Mañik y con Zangol (aunque este último nunca las recuerde), pero algo falla en esta película y me da la impresión que es una mezcolanza entre el ritmo y unos secundarios que no aportan prácticamente nada al desarrollo de la película (Anna Faris, no entiendo que no quieras salir en más películas de Scary Movie y que sin embargo firmes para hacer un personaje tan aburrido, plano y estúpido.

Para que me entendáis, tal vez el mejor momento de la película (ya que con los trailers nos ha hurtado algunos de los mejores golpes, por no decir la mayoría) se da casi al final, en la comparecencia del  almirante general Aladeen, cuando éste deja claro qué entiende por democracia y qué entiende por dictadura (no estoy soltando un spoiler demasiado grande), más que nada lo digo porque es ahí donde la película muestra algo de interés más allá de las coñas de Sacha Baron Cohen. Entendedme, soy fan declarado de Ali G y no me canso de verla, pero en Borat y aquí encuentro a un Sacha más apagado, menos fresco, y que quiere denunciar determinadas situaciones con un humor que, a veces, no es el más adecuado. Parece que lo que importa no sea la crítica, sino cómo se expresa (humor negro hacia arriba y a transgredir, fórmula que funcionó mejor con Borat) y la verdad es que la historia se pierde, y mucho, al igual que el espectador.

Como entretenimiento con los amigos El Dictador puede, y de hecho lo hace, cumplir, pero como tercera película de Sacha Baron Cohen hay que reconocer que no está a la altura de lo que esperaba de él. No sé, no puedo evitar la sensación de que se ha vendido y que, por mucha crítica edulcorada final, la película es una parodia de lo que debería haber sido. Aún así parece que está cerca de recaudar 170 millones de dólares (costó 65 millones que, francamente, no sé en dónde los han gastado) y que ha gustado por ahí (en la Imdb recibe un 6,7) así que tal vez la “vi mal”.

¿Y a vosotros? ¿Os ha gustado? ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Queréis pegarme? (si es así os aclaro que en realidad soy Zangol usurpando la identidad de Vic… ¿no cuela?).

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