Ya desde su formato de publicación, horizontal, “Echolands” anuncia que no es un cómic convencional. No esperaba menos de J.H.Williams III y W. Haden Blackman, que convierten las páginas de esta obra en un verdadero campo de pruebas, un juego donde experimentan con técnicas de dibujo y narrativas pero sin dejar que el lector pierda el hilo ni se desoriente. Es divertida, es entretenida, y es también un tour-de-force artístico digno de elogio.

En un extraño mundo futuro que ha olvidado su historia, la temeraria ladrona Hope Redhood tiene la clave para excavar en su oscuro y extraño pasado, ojalá ella y su tripulación pudieran escapar de un mago tirano y su imparable hija. Pero el destino los enviará a todos por un camino que los llevará a una guerra entre mundos.

Los lectores habituales de cómics ya deben saber que J.H. Williams III suele ser garantía de impresionantes dibujos y maravillosos diseños de página, brillantes e imaginativos como nadie. No es una exageración ni nos hemos pasado de frenada. Es un artista que ha demostrado que no necesita, ni quiere, un formato predefinido, que los límites de la viñeta no se pueden contener en un marco, y tampoco los de una página. Su trabajo con Neil Gaiman en “Sandman: Obertura“, con Alan Moore en “Promethea” o con Warren Ellis en “Desolación Jones“, entre otros muchos títulos y junto con escritores de renombre, lo demuestran. Gaiman, Moore o Ellis son guionistas que necesitan a alguien como J.H. Williams III para ilustrar sus ideas alocadas, y no hay muchos como el artista norteamericano para llevar a cabo con éxito este trabajo.

La premisa argumental de “Echolands” es sencilla, aparentemente: Hope Redhood ha robado un artefacto de gran poder a un malvado mago, que envía a su hija a la caza y captura de la ladrona y sus compinches, y recuperar el objeto robado, cueste lo que cueste. Lo dicho: aparentemente. Leer la sinopsis de la contraportada del tomo no te prepara para lo que vas a encontrar en su interior. En las páginas de este cómic singular no solamente hay una ladrona con aspecto de Caperucita Roja que huye con su botín sino muchísimo más, empezando por una trepidante aventura que mezcla géneros de todo tipo, que incluye vampiros en blanco y negro de películas de terror de la Universal, un Frankenstein y una Morticia Adams, una Oráculo que rompe la cuarta pared, mafiosos con aromas a Dick Tracy, mundos que parecen sacados de los cómics de Jack Kirby, un cohete que bien podría haber aparecido en las aventuras de “Flash Gordon” de Alex Raymond, elfos y enanos, un mago llamado Teros Dermond que domina el mundo como si fuese el Emperador Ming, el Despiadado, de “Flash Gordon“, semidioses romanos, robots gigantes que parecen salidos de un manga de ‘mechas‘ como “Mazinger Z“,… Una locura publicada en formato horizontal y a doble página, de forma panorámica que está al servicio del dibujo de J.H. Williams III, que en las páginas de “Echolands” hace lo que quiere, alternando estilos, trazos, texturas y colores de forma brillante, combinandolas en una misma viñeta, en una misma página, pero con lógica. La saturación, como idea. El exceso, como fórmula. Rompe las convenciones, pero el resultado es excelente. El despliegue de habilidades y talento de J.H. Williams III es apabullante.

El guionista de “Echolands” es W. Haden Blackman, con quien J.H. Williams III ya había trabajado en “Batwoman“, y que pone a disposición del artista una historia sencilla (repetimos, aparentemente) para que éste luzca su talento como desee. Digamos que Haden Blackman se limita aquí a ofrecer una narración lineal y secundaria, y deja que el ilustrador se lleve todo el mérito. Tampoco hay que desdeñar que la obra cuenta con el color de Dave Stewart y la rotulación del premiadísimo Todd Klein (solamente en la versión original). La historia se construye sobre la huida de Hope y sus amigos tras haber robado algo que no debía ser robado y en la persecución de la imparable hija de Teros Dermond, pero lo que realmente engancha al lector son las incursiones en cada uno de los peculiares reinos, lugares que se han sembrado a partir de los clásicos de la fantasía, del space opera, de las películas de terror clásicas, de cuentos fantásticos, de mitos, de la historia del Arte y de la ciencia-ficción.

Panini Cómics ha publicado el primer tomo de “Echolands” en abril de 2023, recopilando en este singular formato horizontal los primeros seis números de la colección publicada por Image Comics, además de un buen número de extras. Un total de casi setenta páginas de extras, de las cuales casi la mitad son las playlists de la música que el autor ha escuchado mientras trabajaba y que, la verdad, tampoco es que necesitara conocer. Quizás por eso no se acaba de justificar del todo su abultado precio, de 40 euros.

En resumen, el primer volumen de “Echolands” es un tomo imprescindible por su apartado artístico, en el que J.H. Williams III ofrece al lector su mejor trabajo. Cada página es una obra de arte que debe disfrutarse con calma y consideración, pues está plagada de detalles que pueden escapar si uno no presta la atención merecida. Cada página puede estar tan llena hasta la saturación y nunca parecer abarrotada. La historia, en realidad, es lo de menos. Una historia sobre historias, una historia de historias, al servicio del artista. “Echolands” es una lectura obligada.

Echolands
Autores: W. Haden Blackman y J.H. Williams III
Fecha de publicación: Abril de 2023
Edición original: “Echolands #1-6”
ISBN: 9788411502986
Formato: 28,3×18,3cm. Horizontal. Tapa Dura. Color
Páginas: 272
Precio: 40,00 euros