Me ha costado “un poco” leer, por fin, las “crisis” de Grant Morrison, pero he aprovechado que ECC Ediciones lo reeditaba en un sólo tomo para darme cuenta de que tengo que dejar de darle oportunidades a Morrison, porque no va conmigo.

 

Crisis Final
Edición original: Final Crisis núms. 1 a 7 USA, Final Crisis: Requiem USA, Final Crisis Submit USA y Superman Beyond núms. 1 y 2 USA
Guión: Grant Morrison, Peter J. Tomasi
Dibujo: Carlos Pacheco, Doug Mahnke, Matthew Clark, Jesús Merino, Marco Rudy, J.G. Jones
Color: Pete Pantazis, Alex Sinclair, Tony Avina
Formato: Libro cartoné, 416 págs. color.
30€

El detective Dan Turpin está investigando la desaparición de seis niños. A priori, el caso no debería llamar la atención de los superhéroes de la Tierra, pero ¿y si durante sus pesquisas Turpin hallara moribundo a Orión, el hijo de Darkseid, justo cuando el cielo se tiñe de rojo?

En Crisis final, Grant Morrison (Batman Inc.) aborda con su fascinante estilo el triunfo del mal en una trama que implica a todos los grandes personajes de DC Entertainment, incluidos Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash y Superman, y también a héroes menores cuyas vidas se ven interrumpidas por el ataque de Libra y su Sociedad Secreta de Supervillanos. Y todo ello en un espléndido volumen ilustrado por artistas como J.G. Jones (52), Carlos Pacheco (Superman: La caída de Camelot) o Doug Mahnke (Green Lantern).

DC Comics, a mi modo de ver, tiene un problema irresoluble con esto de las “Crisis” (cross-overs de mayor o menor tamaño con los que pretende relanzar sus personajes de una forma “novedosa”) y es que tocaron el cielo con Crisis en Tierras Infinitas y después han ido, cada pocos años, probando variaciones que no han acabado de dar la talla del todo. Con Crisis Final, y con Grant Morrison al frente, parecía que la cosa prometía pero… no creo que fuese el autor adecuado para este proyecto, ya que unas “crisis” suelen ser historias complicadas que los guionistas deben hacer más fáciles de digerir para los lectores, y a Morrison lo de hacer que sus guiones sean fáciles de comprender no le va, es respetable, pero con un cross-over así… tiene que escribir para todo el mundo.

Vamos a ver, por partes, antes de comenzar a hablar de la historia en sí tengo que confesar una cosa: cada vez soporto menos a Grant Morrison, me parece un autor lleno de grandes ideas, y de mucha paja, que intenta demostrar en cada tebeo lo que es capaz de hacer y, claro, se pasa. Cuando Morrison ha sabido mantener al mínimo sus experimentos narrativos le han salido historias muy interesantes (por ejemplo debo confesar al principio disfruté con sus “nuevos” X-Men, a pesar de que no eran esas las personalidades de cada miembro del grupo no se puede negar que revitalizó la franquicia y que otros autores han sabido continuar, enderezar y mejorar su trabajo) pero le han salido otras historias que no había quien se leyera (salvo unos cuantos fans que adoran todo lo que escribe), historias que eran auténticamente infumables y en las que te perdías al poco rato. Aquí está pues mi confesión: soy amigo de historias que no compliquen el argumento al punto de obligarte a tomar notas (y si leyendo a Morrison no habéis sentido esa necesidad…os envidio).

Crisis Final quería ser algo así como una nueva Crisis en Tierras Infinitas (perdí la pista al número de “Crisis” que Dan Didio ha editado estos años, pero no es un número bajo y me parece que lo de “Flashpoint” fue la crisis menos crisis que ha publicado… y el cross-over más desaprovechado porque este sí iba a cambiar todo el UDC) y acabó siendo algo que, muerte de Batman y del Detective Marciano aparte, no dejó muchas repercusiones, puede que porque no había quién entendiera ese “homenaje” al Cuarto Mundo de Jack Kirby o, directamente, la historia en sí. Seamos honestos, cuando al final de una “megahistoria” como esta… las repercusiones son tan mínimas (ah, sí, Barry Allen regresa, ¿qué quién? pues Flash II hombre, el héroe de Crisis en Tierras Infinitas, que en realidad se había ido a por tabaco) y en la historia te encuentras agujeros argumentales enormes que ni siquiera en esta maravilla de tomo aparecen (porque muchos sucesos se narran, seguro, en alguna de las muchas series regulares de los protagonistas) pues es bastante sencillo que el lector se pierda (y esto, milagro, no es culpa de Morrison, sino del concepto de cross-over en sí, antes te contaban brevemente qué te habías perdido, ahora no, quizás en la creencia de que están obligándote a comprar la serie regular… y no en la otra posibilidad: que acabes pasando de todo, incluso del tomo que se supone que lo recopila “todo”).

En estas Crisis Final cabe de todo, desde que a Darkseid le de por invadir la Tierra, nuevos dioses resucitando en nuevos cuerpos, Superman en una excursioncita de las suyas (de esas de las que regresa justo a tiempo para salvar a todo el mundo… perdón, a casi todo el mundo), Batman prisionero (¿o no? no me quedó del todo claro), los Green Lantern atrapados fuera de la Tierra (vaya cuerpo policial más inepto, un simple campo de fuerza y siempre se quedan fuera), la muerte del Detective Marciano (muy impactante a nivel gráfico, pero muuuy mal escrita), Wonder Woman vestida en modo hardcore (pero no en el modo “bueno”, en el  “chungo”, con bozal y demás) y luego, cómo no, Morrison tiene que meter personajes de esos que se saca del bolsillo y que no interesan a nadie, salvo a a él que, imagino, debe cobrar royalties por ellos (y sí, hablo del grupito ese de superhéroes japoneses que son una pérdida de tiempo y de espacio en la historia, una viñeta ya hubiese sido darles demasiado espacio). Se agita, se habla de realidades alternativas, un poco de textos de química, física y teoría de cuerdas (o lo que sea) y, ¡hala!, “pedazo de historia me he currado”… en fin, que no, que no trago a Morrison.

Pero en DC tenían que demostrar que esta vez sí, que esta será la Crisis que se ponga al nivel de la original… y le ofrecieron el trabajo a J.G. Jones, que no llegaba a partir del tercer número, Adam Kubert (para un número de relleno), Carlos Pacheco (otros tres números) y Doug Mahnke (el número final). A pesar del baile de autores, hay que decirlo, gráficamente Crisis Final tiene una calidad gráfica envidiable a la que se sumó también Matthew Clark. Como ya he dicho no le puedo poner pegas, gráfica y narrativamente hablando, por supuesto.

Como tampoco le puedo poner pegas a la edición de ECC Ediciones, el tomo es francamente bonito, cuenta con mucho material extra y el precio es bastante ajustado.

Así que, sinceramente, Crisis Final sólo me parece apto para fans de grandes cross-overs y de Grant Morrison, bueno, y si no os importa un guión bastante confuso y apostáis por buenos dibujantes, también. Sino Crisis Final es una ida de olla de Morrison (o una de esas “obras que pocos comprenden”, como le gusta decir a sus fans) de esas que cuesta bastante leer de una tacada.

Pd, sé que muchos me podéis decir “si no te gusta Morrison ¿porqué lo lees?” Y mi respuesta es: porque me encantó Crisis en Tierras Infinitas, porque este es un cross-over para todos los públicos (en teoría) y porque confío en que, en algún momento, encontraré algo de él que me guste de principio a fin.