El fenómeno de la urbanización del planeta Tierra ha alcanzado una magnitud monstruosa a lo largo del siglo XX, hasta el punto que algunas grandes ciudades se han fusionado unas con otras, formando conurbaciones urbanas donde el hormigón y el asfalto se extienden hasta el infinito. El Gran Los Ángeles, el Gran Tokio con Yokohama, Kawasaki, Chiba, y Saitama, las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona,… Y eso ignorando el hecho que otros asentamientos espontáneos e informales, como las favelas de Río de Janeiro o los arrabales de Lagos, en Nigeria, también se han extendido sin control ni orden, como un virus. Una pesadilla urbana que cada día se parece más a la ciudad que imaginaron los argentinos Ricardo Barreiro y Juan Giménez en 1981.
“Ciudad” nos contaba como, una noche cualquiera en Paris, de regreso a casa tras la enésima discusión con su novia, Jean se encuentra en unas calles y una ciudad totalmente extrañas para él. Las calles están desiertas y la ciudad parece arrasada. No tardará en descubrir que ha ido a parar a una metrópolis monstruosa e infinita en la que todos sus habitantes son náufragos; hombres y mujeres que se han perdido en algún lugar del mundo y han ido a aparecer a esta ciudad sin nombre, en la que no hay lógica ni reglas, un delirio universal poblado de hombres imposibles, personajes literarios y monstruos de leyenda.
A lo largo de doce capítulos autoconclusivos, diseñados originalmente para ser publicados en la revista argentina de vida breve “Tiras de cuero” y que a su vez forman parte de un arco argumental conjunto que Toutain publicó en dos tomos y Astiberri Ediciones recuperó recientemente, acompañaremos a Jean y Karen por la ciudad sin nombre ni final, un lugar que quizás ni exista, plagado de trampas y personajes sorprendentes, en busca de una salida. Una historia cargada de referencias al arte, al cine, desde “Mad Max” hasta “Blade Runner“, a la literatura, desde Jorge Luis Borges hasta J. G. Ballard, y al cómic, desde Moebius hasta Enki Bilal, que incluye una aparición-homenaje de El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López. Todo ello a partir de la imaginación desbordante de Barreiro y dibujada en un detallista blanco y negro por un autor, Giménez, que en obras posteriores demostró ser un maestro del color.
No hace muchos días que el Covid nos arrebató a Juan Giménez. El dibujante argentino, autor de títulos tan emblemáticos como “La Estrella Negra“, “El cuarto poder“, la serie bélica “As de Pique“, “Basura” con Carlos Trillo o “La casta de los Metabarones” junto al guionista chileno Alejandro Jodorowsky, murió a principios del mes de abril en su ciudad natal, Mendoza, víctima del coronavirus. Tenía 76 años, y hacía apenas unos días que había regresado a su país procedente de Sitges, la localidad costera catalana en la que vivía desde hacía años.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…