Josh Trank es un tipo que tuvo mala suerte. No se me ocurre un adjetivo mejor para describirlo. Llegó en silencio, de puntillas, sin hacer ruido y sin esperar nada, y su modesta película de ciencia-ficción “Chronicle” lideró la taquilla de los EE.UU. el fin de semana de su estreno. Contra pronóstico y por sorpresa. Se convirtió de esta forma en el director más joven en alcanzar el primer puesto del box-office por delante de Steven Spielberg y “Tiburón” (a los 28 años) o James Cameron y “Terminator” (a los 30 años).
Y cuándo tenía el mundo entero en sus manos, le llovían las ofertas y las propuestas, le llegó la oportunidad de dirigir “Los Cuatro Fantásticos” para la 20th Century Fox… y metió la pata. La película de más de 120 millones de dólares de presupuesto recibió la peor acogida para una película de superhéroes producida por uno de los grandes estudios de Hollywood, superando por mucho a otros grandes fracasos como la “Elektra” de Rob Bowman, la “Catwoman” de Pitof o el “Daredevil” de Mark Steven Johnson. Pero la cosa no quedó ahí, pues poco tiempo después renunció a dirigir una de las películas derivadas de la saga galáctica de “Star Wars” (o le echaron, según quien cuente la historia). ¿Resultado de todo ello? Desde 2015 hasta hoy solamente ha dirigido una única película, “Capone“, que pasó sin pena ni gloria.
Mientras el cine vivía con ilusión la llegada de la primera oleada de monumentales películas de superhéroes, con “X-Men: Primera Generación”, “Capitán América: El primer Vengador”, “Thor”, “The Amazing Spider-Man”, “El Caballero Oscuro: La leyenda renace” o “Los Vengadores”, algunos creadores decidieron dedicar una mirada distinta al género. Romper esquemas, revisar tópicos, adentrarse de otra manera en la historia de los superpoderes, de la responsabilidad que conllevan y del uso que se puede dar a los poderes sobrehumanos. Por ejemplo, la serie de televisión “Misfits“, la fallida pero interesante “Hancock” de Peter Berg o la prescindible comedia “Mi super ex novia“. Y “Chronicle” de Josh Trank.
“Chronicle“, película escrita por Max Landis (hijo del director John Landis), nos contaba como tres estudiantes de instituto de Portland y unos amigos hacen un increible descubrimiento, que les lleva a desarrollar unos superpoderes más allá de su imaginación. Poco a poco aprenden a controlar sus habilidades, y en un principio las utilizan en su favor, pero sus vidas empiezan a descontrolarse y el lado oscuro de sus recién descubiertos poderes se manifiesta provocando una serie de consecuencias inesperadas.
El reparto de “Chronicle” tampoco se alejó de esa faceta de película independiente y casi experimental, con la ingenuidad de opera prima que transpira la película, rodada toda ella cámara en mano y con muy pocos medios, imitando el estilo de “Monstruoso” de J.J. Abrams pero con un presupuesto muy inferior. No hay estrellas, y Dane DeHaan, Alex Russell, Michael B. Jordan, Michael Kelly, Ashley Hinshaw, Bo Petersen, Anna Wood, Rudi Malcolm, Luke Tyler o Crystal-Donna Roberts, no son nombres conocidos del gran público pero conseguían transmitir una visión real de unos jóvenes con poderes superiores a los de un humano corriente, puesto que al margen de narrar una película de ciencia-ficción con algunos (pocos) efectos especiales el director escogía narrar su historia en primera persona a través de una cámara casera que llevaba el protagonista. De ahí el título: Chronicle, Crónica.
“Chronicle” es una película de superhéroes distinta que encandiló a los espectadores, de manera que un tipo capaz de hacer algo así tiene el talento en sus venas, y sigue siendo capaz de hacer buen cine si le dan la oportunidad… pero parece que el fracaso de “Los Cuatro Fantásticos” y sus críticas a los productores le pusieron en una lista negra de la que dificilmente va a salir.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…