Aparece el sexto volumen del grupo de vaqueros más mal avenidos del Oeste. “Chick Bill (1968-1969)” continúa la publicación de este divertido trabajo de Tibet y André-Paul Duchâteau, que nos trae Dolmen Editorial a su colección de tomos francobelgas Fuera Borda.
Una ciudad sucia atrae a las alimañas, y las alimañas atraen el desorden, y el desorden atrae a los bandidos Y mientras Dog Búfalo Bull viva, no habrá bandidos en Wood City! Así que el sheriff se esfuerza por mantener limpia la ciudad que, por supuesto, se llenará igualmente de bandidos sin que pueda hacer nada para evitarlo. Pero los apuros de Dog Bull para limpiar su ciudad no serán nada cuando Kid Ordinn se convierta nada menos que en rey de una isla lejana, sea llevado a sus nuevos dominios por dos granujas, y haya que ir a rescatarlo, en una estupenda historia que se encuentra entre las más apreciadas de la serie y cuya conclusión podrán leer los aficionados españoles por primera vez tras más de cuarenta años de espera. Y, por supuesto, no podían faltar los habituales extras elaborados para la ocasión.
El vaquero Chick Bill, con su camisa a cuadros, es un viejo conocido en ViaNews dónde hemos reseñado cuatro tomos: 1963-1964, 1965-1966, 1964-1965 y 1966 y 1967. En anteriores reseñas contamos el origen de estos personajes, pero no está mal refrescar para los que les de pereza hacer click. Tibet creó a Chick Bill en 1953 para la revista “Junior“, publicada por Editions du Lombard. La cabecera dio el salto a Journal de Tintín. Primeramente Chick Bill aparecía representado como un león, el sheriff Dog Bull como un perro, su ayudante Kid Ordinn un puerco y el niño indio Pequeño Caniche… Tibet continuó haciendo bromas al respecto en las historietas. Por ejemplo, en el presente tomo Dog Bull ladra en varias ocasiones.
Llegamos al año 1968 con estos personajes consolidados en la revista del aventurero Tintín. Aunque mantienen un estilo de línea clara, afín al espíritu de la publicación semanal, el arte de Tibet tiene sus propios alicientes como para considerarlo un mero clon de Hergé. En estos tres álbumes “Jaque a Dog Bull“, “El rey de Esclocia” y “El prisionero de Esclocia” su estilo es más suelto respecto a lo visto con anterioridad. El dibujante no se ceñía a esta serie pues también ilustraba el gran clásico “Ric Hochet“, que no faltó puntual a su cita en las páginas de “Tintín“.
“Jaque a Dog Bull” es el primer álbum recopilado en este tomo 16, pero sexto en aparición. Como es habitual, Dog Bull y Kid Ordinn son los reyes de la fiesta, con un humor emparentado con el de los grandes clásicos como Stan Laurel y Oliver Hardy o Abbott y Costello. La historia comienza con una ronda del sheriff, empeñado en mantener Wood City (el pueblecito de Arizona) limpio como una patena. Todo tiene una explicación: va a recibir la visita de un inspector del gobierno para valorar su trabajo. Solo que unos bandidos camparán a sus anchas por el pueblo para aguarle sus intenciones.
Los otros dos álbumes, “El rey de Esclocia” y “El prisionero de Esclocia“, contienen una aventura que se continúa de uno al otro. Al oeste de la isla de Pascua existe una pequeña isla ignorada por los geógrafos llamada Esclocia, sitio donde los habitantes celebran una fiesta a su ídolo cubriéndolo de diamantes. Unos náufragos codiciosos y malvados descubren el asunto y deciden robar tan valiosas piedrecitas. Son descubiertos y deberán huir de la isla, no sin antes conseguir un buen pedrusco brillante. Tras ese prólogo nos trasladamos a Wood City, donde todo sigue igual, con las rencillas de rigos entre Dog Bull y Kid Ordinn.
Se da el caso de que el ídolo de Esclocia tiene una apariencia similar a la de Kid Ordinn si no tuviese pelo, algo que aprovecharán los villanos para urdir un plan que les lleve sin obstáculos hasta las minas de diamantes. En “El rey de Esclocia” y “El prisionero de Esclocia” Tibet y el guionista Duchateâu elaboran una historia en varias localizaciones, llena de giros argumentales, con el foco puesto en Ordinn y Pequeño Caniche por un lado, y Dog Bull junto a Chick Bill, por otro, que emprenden la búsqueda de sus amigos. Los juegos de palabras y las situaciones cómicas están a la orden del día. Menos mal que Chick es un hombre de acción dispuesto a afrontar todos los peligros. Aunque da título a esta serie, la sustancia la aportan sus compañeros de viaje que son quienes prenden la mecha de todas las aventuras.
Dolmen Editorial nos ofrece otro tomo en tapa dura que recopila los álbumes e incluye jugosos extras. En esta ocasión nos hablan de la afición de Tibet por las caricaturas, algo que llaman la ‘Tibetería‘ (se pueden encontrar en el libro “La Tibetiere” de Le Lombard) y que comenzó en los años setenta en la revista “Tintín“. Allí dibujó un retrato semanal de las principales figuras de la actualidad o del mundo del espectáculo, la literatura y el deporte. En este tomo encontramos algunas muestras y son excepcionales. Más extras: portadas, entrevistas e ilustraciones del dibujante.
En definitiva, “Chick Bill (1968-1969)” supone un gran entretenimiento para los amantes de la BD de humor y para cualquier tipo de público lector.
Chick Bill (1968-1969)
Guión: André-Paul Duchâteau
Dibujo: Tibet
Fecha de publicación: Agosto de 2022
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 152
Precio: 34,95 euros
Pues yo la disfruté, no me pareció tan absurda porque, bueno, ya se veía que algo raro iba a pasar.…