Hay pocas series que disfrute leyendo tanto como Invencible y, ahora mismo hay pocos comics que me puedan apartar de mi lectura de La Rueda del Tiempo, sin embargo Invencible: Tres son multitud, lo consiguió.

 

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Invencible: Tres son multitud  
Edición original: Invencible Nº 0 y 31 a 35 USA
Guión: Robert Kirkman
Dibujo: Ryan Ottley
Tinta: Ryan Ottley, Cliff Rathburn
Color: Bill Crabtree
Formato: Libro rústica, 160 págs.
15 €
{xtypo_quote} En un viaje por África, Mark descubre que tiene dos vidas: su vida normal con su novia Amber y su vida de superhéroe con su buena amiga Atom Eve.
Decisiones y más decisiones. {/xtypo_quote}
Esta pasada Semana Santa me he dedicado al recogimiento, relax y meditación… es decir, a la vida del cerdo: comer, leer, ver series y películas y… poco más. Ey, no creáis que es fácil, hace falta dedicación. El caso es que después de 3 días leyendo fantasía sin parar tenía “cuerpo” para leer algún comic, pero… ¿cuál? Estoy leyendo una de las mejores sagas de fantasía épica de todos los tiempos. No es fácil encontrar algo que mantenga, o supere, este nivel, ¿qué leer? Y, bueno, recordé que aún no tenía Invencible: Tres son multitud así que dicho y hecho, me hice con una copia y… ¡a leer!

Y a disfrutar, porque lo que Kirkman y Ottley han hecho con el persona es impresionante. 35 números y ahí sigo, enganchadísimo. Es interesante ver cómo la acción es algo secundario en esta serie. No nos preocupa el malo de turno que intente derrotar a Mark, sabemos que no le derrotarán, sino el cómo puede afectar a Mark o su relación con Amber, su amistad con Atom Eve, la reacción de su madre ante la noticia de que su marido está con una extraterrestre y qué sucederá con el hermanastro de Mark, etc. Vamos, que nos importa la vida de Invencible más que sus enemigos. Bueno, dejando aparte el Imperio y su padre, claro, pero, bueno, esa es otra historia.

E historias es lo que no falta en este volumen. Desde el triángulo de Mark, Amber y Eve, la subtrama de Robot, la madre de Mark y su nuevo hermanastro, etc. En pocas páginas Kirkman se las arregla para dar un auténtico recital de cómo guionizar una historia y de cómo mantener, e incrementar, el interés, no ya sólo por el protagonista, sino por todos los personajes de la serie. Incluso Amber gana interés hacia el final del comic.

Pero, claro, Invencible no sería nada si Ryan Ottley, sí, contaría con un excelente guión pero le faltaría algo, un dibujo rompedor, que es exactamente lo que aporta Ottley y lo que seguirá aportando como mínimo hasta el número 60, recién aparecido en los USA y que ha necesitado una segunda edición.

En fin, que la verdad es que me quedo sin halagos para una serie tan buena. A estas alturas, menos mal, todos sabéis lo grande que es y todos deberíais estar inundando a Joseba Basalo y a Vicente García para que publiquen más rápidamente la serie (es una sugerencia, jeje)