Underworld 3: La rebelión de los licántropos prometía recuperar lo mejor de la saga de vampiros y hombres-lobos y elevar la “tensión” de cara a una cuarta entrega, pero…

 
http://www.via-news.es/images/stories/cine/resenyas/underworld-3_2.jpgUnderworld: Rise of the Lycans (Underworld 3)
AÑO    2009    
DURACIÓN 92 min.      
DIRECTOR    Patrick Tatopoulos
GUIÓN    Len Wiseman, Danny McBride, Kevin Grevioux
MÚSICA    Paul Haslinger
FOTOGRAFÍA    Ross Emery
REPARTO    Rhona Mitra, Bill Nighy, Michael Sheen, Shane Brolly, Steven Machintosh, Kevin Grevioux
PRODUCTORA    Lakeshore International
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Ayer acudimos a un preestreno de Underworld 3: La rebelión de los licántropos para ver si se cumplía alguna de las promesas que, esperábamos, se hiciesen realidad. La historia trata sobre el amor de Lucian y Sonia, primer licántropo capaz de dominar a la bestia, y la hija de Víctor, uno de los sires vampíricos que ya vimos en la primera parte. De paso también se cuenta cómo fue la rebelión que liberó a los hombres-lobo del yugo de la esclavitud vampírica. En realidad nada que no hayamos visto ya en la primera parte, y que se repitió en la segunda.

¿Aporta algo nuevo esta historia? Pues… no, la verdad es que no. No creo que haya nada que no hayamos visto ya en las dos películas anteriores, básicamente se ha alargado un poco la trama y… ¡listo! Pero ni siquiera hay demasiado “relleno” para aderezar el pavo, la única novedad apreciable es que en lugar de tener de protagonista a Kate Beckinsale tenemos a Rhona Mitra, tía buena en latex negro por tía buena en armadura de malla ajustada. De hecho sus registros, y físicos, son tan parecidos que… apenas te das cuenta del cambio, algo que han buscado potenciar en las fotos de la promoción (y que les habrá ahorrado una pasta).

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En definitiva, que por lo que vi en el cine la película no va a levantar demasiadas pasiones, aunque hubo unos tímidos aplausos, así que me atrevo a aventurar que, como mucho, gustará a los incondicionales del género y… a pocos más. A destacar la escenita en la que ambos hacen el amor (deporte de riesgo entre inmortales) y… poca cosa más.