Black Jack, acerca de él nada se sabe, aparte de su nacionalidad japonesa. Su verdadero nombre y orígenes permanecen ocultos. ¡Sin embargo, su genial habilidad en el quirófano tiene fama de tener dimensiones divinas! Posiblemente esté ahora mismo obrando milagros con su bisturí en algún rincón del mundo…”. Con este texto, Osamu Tezuka ponía ponía punto y final a cada capítulo durante sus primeros meses de publicación de su inolvidable personaje.

Black Jack 1 (de 8) (Col. Babel)
Edición original: Black Jack JAP
Guión: Osamu Tezuka
Dibujo: Osamu Tezuka
Tinta: Osamu Tezuka
Color: Blanco y negro
Formato: Libro rústica, 632 págs. Blanco y negro. (sentido de lectura oriental)
Precio: 25€

Obra imprescindible del maestro Tezuka con tintes autobiográficos, llena de aventuras y de gran profundidad humana.

Black Jack… Acerca de él, nada se sabe aparte de su nacionalidad japonesa; su verdadero nombre y orígenes permanecen ocultos. ¡Sin embargo, su genial habilidad en el quirófano tiene fama de tener dimensiones divinas!

Black Jack nació el 19 de noviembre de 1973 en las páginas de la revista Shōnen Champion, publicación semanal fundada en 1969 de la editorial Akita Shoten (y que sale todos los jueves). En 1983 Tezuka dio por finalizada la trayectoria del personaje. Un total de 17 volúmenes, una vez agrupados los capítulos, que ahora Editorial Planeta vuelve a editar en un formato más lujoso que el anterior, con tapas duras y en 8 volúmenes (dos de los anteriores por entrega). Más de 600 páginas de historietas, al que solo se le puede achacar no haber incluido las portadas de los 17 libritos, al igual que las páginas en color de algunos de los capítulos.

Tezuka es el dios del manga. Ha dibujado miles de páginas, cientos de historietas. El grueso de su producción es un auténtico tesoro. Todas sus obras son maravillosas. Tiene un estilo de narrar que lo hace único, inconfundible, y por ello es el maestro de toda una generación de autores que lo admiran. Son auténticas Obras maestras Fénix, Buda, Astro boy y Adolf, y Black Jack también.

Tezuka estudió para ser médico, o eso cuentan algunos de sus perfiles biográficos. El cine de Disney de los años 20 y 30 influyó al japonés a dedicarse a la animación y al manga, y tras volver de la guerra, se dedicó plenamente a ello. Con los conocimientos médicos que atesoraba, creó a Black Jack como un misterioso cirujano nipón que actuaba estilo mercenario, es decir, solo trabajaba sus infalibles métodos precio pago de una suma elevada.

Su extraño aspecto, vestido con un gabán negro, de pelo bicolor en blanco y negro, y tremendas cicatrices recorriendo su cara, acentúan más su halo misterioso. Apenas se nos cuenta nada de su pasado, salvo pequeños detalles en algunos de los capítulos, algo que se supone se resolverá en futuras entregas. Esta descripción del personaje parece convertirlo en un ser despreciable y antipático, y aunque ciertamente tiene un carácter adusto y difícil, Black Jack actúa según unos principios morales bien definidos, y que normalmente quedan al descubierto al final de cada relato. Es pues, el azote de los malos. Cobra grandes cantidades de dinero, pero solo a quién se merece pagarlas. No duda en devolver lo pagado a los inocentes, o en donarlo a los necesitados.

Algunas de las historias entran en el campo de la ciencia ficción o la fantasía, pero la mayoría de ellas tienen visos de verdad, por las enfermedades mencionadas y su descripción precisa. Tezuka también recrea gráficamente operaciones y cirugías con dibujos que parecen salidos de un manual médico. Hay que tener en cuenta que son los años 70, (la medicina ha cambiado mucho desde entonces) por eso algunas prácticas parecen un poco bestiajas. El autor no tarda en crear una ayudante o compañera para el protagonista, Pinoko, algo que acentúa el humor de los relatos. Precisamente, el estilo de dibujo del creador, con el uso de sus secundarios recurrentes o sus amuletos (ese cerdito con parches), además de su storytelling prodigioso, nos llevan historia a historia con una sonrisa en la boca y un gesto de asombro.

La lectura de Black Jack es adictiva. No se puede parar de leer. Es un libro que se devora. Siempre he considerado al maestro uno de los mejores autores de cómic de la Historia, y su Black Jack corrobora esta afirmación. Es un manga que gustará a todo el mundo por igual, relatos en los que a veces Black Jack no es protagonista, que nos llegarán al alma. Todos y cada una de estas historias son ejemplares, perfectas, obras maestras de la narración secuencial. Una obra única y recomendable al 100%.