Nina Bunjevac escribe e ilustra “Bezimena” (que en varias lenguas significa “sin nombre”). Bajo el sello de Reservoir Books edita Penguin Random House. Un libro que explora y denuncia la psicología y los mecanismos de enajenación del agresor sexual.

Benny es un joven como los demás. De buena familia, con una buena educación, no le falta de nada. Y sin embargo… es diferente. Benny mira a las muchachas de una manera muy extraña. En su cabeza toman forma obsesiones innombrables. Tanto, que quizá le resulte difícil vivir en sociedad.

Se trata de una obra no apta para todos los paladares, de contenido adulto y que relata lo acontecido a un joven llamado Benny, proveniente de buena familia. Benny no actúa con normalidad, ya que tiene una extraña obsesión hacia el sexo opuesto, algo que conducirá a un sorprendente y trágico final.
Bezimena se presenta como una adaptación moderna del mito de Artemisa y Sipretes. Sipretes era un muchacho cretense que vio a Artemisa bañándose desnuda e intentó violarla, por lo que la diosa lo convirtió en una muchacha.
La historia comienza relatando un cuento de una época indeterminada, con Bezimena en trance y una sacerdotisa increpándola por no hacer caso su dolor y sufrimiento, ya que su templo arde por la mano del hombre. Bezimena la agarra del cabello y la sumerge en el agua, y desde ese momento deja de existir. Al igual, la narración nos lleva a otra época, a una ciudad europea durante el periodo de entreguerras. Allí nace la sacerdotisa bajo la forma de un niño llamado Benedict, o Benny. Este jovenzuelo mira a las niñas de manera obsesiva y rara y vive atormentado por sus impulsos de depredador, a los que no puede dar rienda suelta, pero que años más tarde, durante su ronda laboral en el zoo donde encontró trabajo, desatará con toda su furia. Es el hallazgo de un diario extraviado de una muchacha lo que le llamará a buscar a su propietaria para acallar su terrible voz interior.
La autora otorga a Benny un aspecto vulgar, para nada aterrador. Es lo que vive en su mente lo que da miedo. Su manera de ser viene heredada desde niño: no hubo un detonante específico que lo convirtiera en lo que es, o eso parece darnos a entender Nina Bunjevac. Se tocaba mirando a las niñas y por ello recibía severos castigos. Quizás el no poder masturbarse en su niñez, condicionara su futura relación hacia las mujeres. Si esta es la explicación, no parece muy compleja para una obra de estas características. La autora se recrea en la plasticidad de la obra, en su vertiente artística, y deja muchas lagunas en la descripción psicológica del personaje. El final “sorpresa” es algo tramposo para como estaba transcurriendo la narración.
Nina Bunjevac es una autora de origen serbio nacida en Canadá, muy respetada en la industria del cómic y la ilustración. Regresó a Yugoslavia con su madre a la edad de dos años, huyendo del fanatismo nacionalista de su padre. Volvió a Canadá cuando estalló la guerra civil en Serbia en los 90. Antes de eso, y según nos cuenta en un epílogo de texto, siendo joven sufrió una terrible experiencia, a punto de caer en las redes de un pederasta del que pudo escapar a tiempo. Este individuo que siguió haciendo de las suyas sin que nadie lo detuviera, según lamenta Nina. Se trata de un texto es desgarrador y explica muchas cosas del cómic, que a la postre se nos presenta como un relato que sirve de vehículo para espantar los fantasmas que la atormentan y denunciar un comportamiento no tan inhabitual como quisiéramos.
La parte gráfica es asombrosa. Con dibujos a toda página o a doble página, en blanco y negro, hechos a tinta china, que son una delicia para la vista. Con momentos visualmente impactantes, imágenes perturbadoras y la mayoría de gran belleza. Una gran obra de arte, con una estructura narrativa singular, sin concesiones. Usa páginas en negro en los momentos que considera necesarios, que no son pocos. Bocadillos de texto en la página izquierda con su réplica dibujada en la derecha, rompiendo esta composición en las escenas de sexo explícito y hacia la parte final. Toda una experiencia recorrer con la vista el libro. Aunque se compone de más de 200 páginas, apenas dura media hora completar su lectura.
Al ser una obra diferente, áspera, con una trama adulta, recomiendo “Bezimena” a todos aquellos curiosos que deseen leer algo diferente y disfrutar de un trabajo gráfico sublime de gran belleza.

Bezimena.
Autor: Nina Bunjevac
Traducción: Montserrat Meneses Vilar
Colección: Reservoir Gráfica
Fecha publicación: Septiembre de 2019
ISBN: 9788417910082
Formato: Cartoné.
Páginas: 200
Precio: 24,90 euros