Hace un buen puñado de años, en el 2003, Otakuland, editorial y distribuidora por aquél entonces, lanzó a la venta un manga llamado “Bateadores” (Touch) de Mitsuru Adachi. Un manga que primero intentó editar Norma y que Otakuland supo editar a lo largo de once volúmenes de más de 400 páginas con los que me enganchó inevitablemente.
BATEADORES #01 a 11
Guión y dibujo: Mitsuru Adachi
Correspondencia Original: Touch
Formato original con sobrecubiertas.
Sentido de lectura oriental.
436 pág. B/N
Precio: 12.00 €
{xtypo_quote} Comienza la esperada serie protagonizada por Tatsuya y Kazuya, dos hermanos gemelos pero de carácter bien distinto: uno es aplicado, diligente y destaca por su gran efectividad como jugador de béisbol.
El otro es destartalado, vago, descarado y un poco golfo, y está acostumbrado a hacer lo mínimo a pesar de que se sospecha que podría dar mucho más de sí se lo propusiera.
Junto a ellos, una amiga de la infancia, Minami, los conoce tanto como si fueran sus propios hermanos… {/xtypo_quote}
Así nos describía Otakuland Bateadores, el clásico de Adachi que, publicado en los 80, gozó de gran popularidad en Japón hasta el punto de contar con una serie de animación (101 episodios) que incluso se emitió en España aunque, como era habitual, los nombres se españolizaron pasando así Kazuya a ser César, Tatsuya Carlos y Minami Bárbara… en fin, estuvieron sembrados con el “doblaje”… Pero la cosa no acabó ahí, ya que hubo 5 animes (publicados en España por Jonu Media) e incluso una película de imagen real… Haceros una idea de lo que supone pues esta serie en un mercado como el japonés a mediados de los años 80… un auténtico boom que vino a demostrar cómo conectó el público con la historia de los hermanos Uesugi.
A pesar de que Tele 5 emitió en 1991 la serie de televisión (cambiando el título a Bateadores) la edición de Norma Editorial no gozó de demasiado éxito (normal, 12 tomos formato prestigio que apenas sirvieron para publicar 3 de los 26 tankoubon que conforman la serie). Sin embargo Otakuland se decidió a arriesgarse, en pleno boom del manga, por un formato lujoso de más de 400 páginas. De manera que, en vez de 26 tankoubon teníamos 11 adictivos volúmenes para completar la historia. Recuerdo perfectamente comprar mes a mes (con alguna que otra ausencia) los 11 volúmenes, disfrutando con Tatsuya y Minami y sufriendo como ellos.
Pero… ¿de qué va Bateadores? Pues cómo habéis leído arriba, de un triángulo amoroso con el baseball de por medio. Kazuya, Tatsuya y Minami han sido amigos desde la infancia y, desde hace unos años, el primero se esfuerza por cumplir el sueño de Minami; llevar al Meisei al koshien (la competición definitiva del baseball de bachillerato en Japón). Algo nada sencillo, ya que participan más de 3500 institutos y es la cantera donde se forman los profesionales del baseball japonés. Kazuya está totalmente volcado en hacer realidad los sueños de Minami y, por su dedicación, es respetado y admirado por todo su instituto. Minami es guapa, inteligente, divertida… y está volcada en apoyar a Kazuya en la consecución de alcanzar el koshien. Mientras tanto Tatsuya… vaguea, tiene potencial, pero no se esfuerza y tan sólo quiere que Minami sea feliz mientras él intenta encontrar su lugar en este difícil triángulo con dos vértices tan complicado. Es complicado, pero enseguida acertamos a ver que es Tatsuya el verdadero protagonista de Bateadores quien, realmente, no tiene mucho que ofrecer a Minami, salvo su amor.
Durante 3 tomos vemos cómo, mientras Kazuya se esfuerza, Tatsuya demuestra que es la pareja perfecta para Minami… siempre y cuando se centre y luche por ella, algo que comienza a hacer en el segundo tomo.
La dinámica de la serie estaba perfectamente delimitada en los 3 primeros tomos, todos sabíamos por dónde iba a ir el culebrón y no teníamos demasiadas sorpresas previstas… así que Mitsuru Adachi nos dio en todos los morros con una sorpresa que, francamente, te impacta aunque hayas leído el tomo 7 u 8 veces, como es mi caso. No quiero entrar en detalles porque espero que alguna editorial se decida a reeditar Bateadores (y que de paso también rescate otras obras de Mitsuru Adachi) y no quiero chafaros la sorpresa en modo alguno. Baste con decir que el resto de la obra pivota en torno a los acontecimientos narrados al final del tercer volumen. La serie no vuelve a ser la misma, cambia, madura, y con ella el lector al que no le queda más remedio que cambiar el enfoque inicial y adaptarse a lo que el autor nos está ofreciendo; una obra mucho más madura en interesante que la típica historia comedia deportiva romántica.
Sobre el resto de tomos, sólo puedo deciros que se devoran al mismo ritmo que te enganchan, vamos, que en 3 días me he leído más de 4.500 páginas y he disfrutado con el dibujo de Adachi, capaz de captar momentos al más puro estilo japonés, de emocionarnos con los partidos y vivencias de Tatsuya, Kazuya y Minami, de divertirnos y enamorarnos y de impactarnos con cada página. Es, sencillamente, impresionante.
Podría hablar horas y horas sobre cómo Adachi conforma la personalidad de Tatsuya, sobre cómo desarrolla a este persona y a Minami sobre los demás, o sobre cómo los secundarios van construyendo su propio universo. Pero creo que habría que preguntarse por qué el material de Adachi no está llegando a España. Actualmente tenemos varias series como Miyuki, H2 o Cross Game, ya que tan sólo me consta la publicación, también por Otakuland, de Short Program un par de tomos de historias cortas. Espero que algún día las editoriales españolas se decidan a recuperar a un autor que siempre me emociona en las relecturas de su obra más importante: Bateadores (Touch).
¡¡QUIERO MÁS!!