Muchos años antes que James Cameron se embarcase en su odisea eco-pacifista “Avatar“, el guionista Thierry Cailleteau y el dibujante Olivier Vatine ya nos habían propuesto un viaje a un planeta muy lejano, poblado por una pacifica nación de humanoides de color azul, que se tenía que enfrentar a los desalmados y depredadores seres humanos, con la ayuda de un joven humano adoptado. Hoy “Aquablue” ya es un clásico del BD de ciencia-ficción en Francia, con quince álbumes publicados, y Cameron aún sigue trabajando en la secuela de su película…

yermo_aquablueEl joven huérfano Nao, el único superviviente de un naufragio espacial, aterriza en un mundo desconocido: Aquablue, el planeta océano, donde es adoptado por una raza de seres pescadores… pero su vida ideal en este nuevo hogar se verá amenazada por la llegada de terrícolas, dispuestos a crear un complejo industrial en Aquablue que pone en riesgo el equilibrio climático.

Mi relación con la saga “Aquablue” es muy larga. En mi primer viaje al Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême volví con un álbum de “Aquablue” bajo el brazo, sin tener el menor conocimiento de francés (y, por lo tanto, sin entender nada de la historia que me contaba Thierry Cailleteau) pero seducido por el dibujo de Olivier Vatine, fresco, ágil, detallista y visceral, que intenté imitar una y otra vez desde entonces… con resultados bastante desafortunados. Durante muchos años atesoré aquel cómic con cariño y en algún momento, no recuerdo cuando, ese BD ajado y desgastado por el uso y mil lecturas desapareció de mi librería.
A finales de los años noventa Planeta DeAgostini publicó, por fin, una edición en castellano de esta serie que ya tenía prestigio acumulado, público fiel y cifras de ventas muy respetables en Francia pero, lamentablemente, su iniciativa quedó reducida a tres tristes álbums en rústica (“Nao”, “Planeta Azul” y “Megofio”). Los tres están en mi biblioteca, y no les he sacado el ojo de encima por si acaso.
Desde entonces un largo e inexplicable silencio, casi dos décadas, que ha quedado roto, como no podía ser de otra manera, por la iniciativa de una editorial que ya hace bastante tiempo que se ha ganado un lugar de honor en el mercado nacional, y el aplauso incondicional de los aficionados al cómic. Estamos hablando, por supuesto, de Yermo Ediciones.

Aquablue” de Thierry Cailleteau y Olivier Vatine es, sin la menor discusión, una de las series fundamentales de la ciencia-ficción en Francia, que nos cuenta la historia del joven huérfano Nao que, a causa de un accidente en la nave en la que viaja junto a sus padres, va a dar de bruces al planeta llamado Aquablue, prácticamente cubierto de agua en su totalidad. Allí, el niño es adoptado por una raza de criaturas humanoides, pacíficas y de creencias animistas, que lo acogen como el elegido para salvar a su pueblo cuando llegue el momento. Lamentablemente el momento no tardará mucho en llegar, cuando desalmados empresarios humanos dirijan su mirada hacia ese, aparentemente inofensivo, planeta azul. Cuando los terrícolas lleguen dispuestos a convertir Aquablue en una factoría, un complejo industrial al servicio de sus intereses y las necesidades de su planeta natal, predispuestos a arrasar el ecosistema y pisotear a sus pacíficas gentes, se encontrarán que ni los habitantes de Aquablue ni su joven paladín Nao les van a poner las cosas nada fáciles.

Creada por el dibujante de extensa y heterogénea producción Olivier Vatine (“Tao Bang”, “Star Wars: Heredero del Imperio”, “Niourk”,…) y el guionista Thierry Cailleteau (“Anachron”, “Wayne Shelton”, “La Sphère du Nécromant”,…), un equipo creativo francés de larga y prolífica trayectoria en común, “Aquablue” vió la luz en el año 1988 con la primera entrega de una longeva saga que, este mismo año 2015, ha llegado a la décimoquinta entrega. Este primer integral de Yermo Ediciones recoge los cinco primeros álbumes de la saga (“Nao”, premiado con el Alph’Art Jeunesse del Festival d’Angoulême del año 1989, “Planète bleue”, “Le Mégophias”, “Corail noir” y “Projet Atalanta”) publicados originalmente en Francia bajo el sello Delcourt, el último de los cuales cuenta con el dibujo del italiano Ciro Tota (“Blek le Roc”, “Les Conquérants de Troy”, “Photonik”) en lugar de Vatine, que ya no volverá a la serie y cederá su lápiz a Tota y, después, a Siro y Reno. En cuanto al color, Christophe Araldi, Florence Breton e Isabelle Rabarot se reparten y comparten las tareas creativas en estas cinco entregas.

En “Aquablue“, como en la película más taquillera de todos los tiempos “Avatar”, los autores nos presentan unos ingredientes sencillos, y comunes (¿coincidencia? ¿homenaje? ¿plagio?), pero que construyen un relato muy potente: un ser humano ‘infiltrado’ en una especie extraterrestre, un planeta virgen y una civilización autóctona que vive en comunión con la naturaleza. Estas piezas son los cimientos de la historia de los cinco álbums de este primer ciclo titulado “El Planeta Azul“, donde veremos como el desválido bebé humano llega accidentalmente hasta Aquablue junto a su fiel robot nodriza Cybot y como le acogen y se integra en la sociedad de los nativos, el lazo simbiótico que le une a una criatura marina mítica conocida como Uruk-Uru o como se apareja con Mi-nuee, la hija del líder del pueblo. Esta parte de la trama se dedica a presentarnos Aquablue, explorando el planeta inundado, sus secretos y misterios, las costumbres de los habitantes, las singularidades de su fauna,… un interesantísimo ejercicio de construcción de un mundo inmenso, colorido y coherente.
También asistiremos al fin de la paz con la llegada de la empresa Texec para explotar los recursos naturales del planeta, acompañada por un ejército privado encabezado por Ulla Morgensten, tía de Nao y heredera de la fortuna de sus padres, y la resistencia y consiguiente revolución de los indígenas contra los invasores terrícolas. Estas nuevas piezas serán las que se pondrán en juego sobre el tablero, junto a viajes intergalácticos, piratas espaciales, virus letales, ruinas sumergidas y conflictos familiares, para alimentar el relato con acción, aventuras e intriga a lo largo de más de doscientas páginas.

Como hemos comentado en la introducción, la propuesta de “Aquablue” era, a finales de los años ochenta, innovadora. Una historia enmarcada en el género de la ciencia-ficción que se posicionaba abiertamente en defensa del medio ambiente no era habitual ni en el cómic, ni en la literatura (como excepciones, “El color de la distancia” de la escritora Amy Thomson en 1984 y “El nombre del mundo es Bosque” de Ursula K. Le Guin en 1972), ni siquiera en el cine (como excepción “Naves Silenciosas“, de Douglas Trumbull, del año 1972), pero no hacía ni tres años que los servicios secretos franceses había mandado el ‘Rainbow Warrior‘ de Greenpeace a pique y los asuntos relacionados con la ecología empezaban a tomar posición en las preocupaciones de la sociedad francesa. ¿Pioneros? Más bien precursores de un género, la ‘ecociencia-ficción’ que tendrá en la película “Avatar” del director canadiense James Cameron su máximo exponente.
Pero hoy nos habla de temas de rabiosa actualidad, como la destrucción que los humanos que provocan en los ecosistemas naturales y el enfrentamiento entre los defensores de los derechos humanos con las megacorporaciones económicas que buscan el enriquecimiento sin ética ni el más mínimo control, aprovechando la flaqueza de los gobiernos o, en muchos casos, la corrupción imperante. Estamos hablando de la deforestación de la Amazonia, de las prospecciones petrolíferas en el Ártico, de la caza de las ballenas por parte de los japoneses, de la industria del látex que arrasa con la biodiversidad de los bosques tropicales, de la extinción indiscriminada de especies animales y vegetales, el cambio climático,… Hay quién lo llama el ecocidio del siglo XXI.

Gracias a Yermo EdicionesAquablue” ha regresado por la puerta grande a nuestro idioma. Con un formato de gran calidad (tamaño, cubiertas, papel,…), tal y como ya nos tiene acostumbrados la editorial catalana, y numerosos extras (diez páginas repletas de bocetos, portadas, estudios, storyboards,…) que no hacen otra cosa que subir el listón y poner las cosas difíciles a la competencia. Más vale tarde que nunca, aunque los veinte años de espera se nos han hecho muy largos, y esperamos que esta vez sea la definitiva, para ver la saga de quince entregas publicada integralmente. Una obra como esta se lo merece, y nosotros también.

Aquablue.
Guión: Thierry Cailleteau
Dibujo: Olivier Vatine y Ciro Tota
Fecha de publicación: Diciembre de 2015
Formato: 22,3×31,2cm. Cartoné. Color
Páginas: 248
Precio: 43,00 euros