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Voy a reconocer una cosa y es el esfuerzo de Marvel por llevarnos con sus películas a lugares y situaciones nunca vistos en un cine gracias a su impresionante despliegue técnico de efectos especiales, pero ahí queda todo esta vez. La tercera entrega de las aventuras de Ant-man y la Avispa, que corresponde a la octava entrega de la sala del multiverso en mi opinión adolece de todos los males del cine de superhéroes actual: mucha pompa visual, un argumento que no hay por donde cogerlo y un guión que mezcla como si fuera un cocktail precipitadamente batido humor, acción y fantasía. Lo siento mucho, pero yo con esta película me desconecto sin remisión. Pierdo interés en los personajes (concretamente Jonathan Majors me resulta como una patada en el culo, pero es que la mayoría de actores están desaprovechados), muchos de los “chistes” me chirrían y no me hacen gracia alguna, lo que sucede no le encuentro ni pies ni cabeza y no hay ni un ápice de emoción ni intriga en nada. Me sorprendí a mi mismo a mitad de película deseando que acabara pero dura dos larguísimas horas llenas de excesos. Me parece una pena lo que podrían hacer y lo que finalmente ponen en pantalla. Y siendo así me pregunto a mí mismo cómo es que le pongo dos estrellitas…..pues la explicación está al comienzo de la reseña y no hay otra,. En fin, decepcionante y trágica la deriva que ha cogido Marvel con sus últimos títulos.