Un tebeo que mezcla la gastronomía y la denuncia social puede parecer una apuesta muy arriesgada para realizar el debut de una editorial, pero “Abastos“, la obra de Paco Abelleira, Pedro J. Colombo, Victor Rivas, Beatriz Iglesias y Sagar Fornies, os conquistará a la par que demuestra que 3 Pintamonas se presenta con ideas frescas y originales.

Abastos

Guion: Francisco José Abelleira
Dibujo/Color: Pedro J. Colombo, Victor Rivas, Beatriz Iglesias y Sagar Fornies
Color: Aintzane Landa, Javier Navarro, F.H. Navarro, Cristina Charneco, Fabio Castro y Silvia Ortega
Prólogo: Miguelanxo Prado
Epílogo: Diego Guerrero
Tamaño: 235 x 312 milímetros
Encuadernación: Tapa dura
Número de páginas: 188
Precio: Edición impresa en castellano o gallego 29.40 € 
            Edición digital en castellano o gallego  9.90 €  

Reducción del importe de las becas universitarias y endurecimiento de los requisitos académicos para la obtención o renovación de las mismas. 30 mil universitarios menos sin beca.

La cuantía de las prestaciones para la dependencia desciende un 15%. El Gobierno deja de cotizar por los cuidadores familiares. Los casos considerados menos graves han sido excluidos del sistema hasta 2015. Más de 190 mil personas aguardan por unas ayudas que les corresponden.

Este es el panorama general en el que se desarrolla nuestra historia. Es la historia de Silvia, estudiante de 2º año de Derecho, que ve peligrar su continuidad en la universidad debido a los cambios de última hora en los criterios académicos para la renovación de las becas. Y es también la historia de Pedro, un pescadero del Mercado de Abastos de Santiago, cuyo negocio ya vivió tiempos mejores. La repentina enfermedad de su mujer, postrada en la cama por causa de un ictus, hace que todo su mundo se venga abajo.

El restaurante ABASTOS 2.0, anexo al mercado, será el punto de unión de ambas historias. Historias a las que no faltarán la solidaridad, las ganas de luchar y unos exquisitos platos que reparten felicidad tanto entre quienes los degustan, como entre quienes los preparan.

Han pasado unos cuantos años (junio del 2005 concretamente), Recerca publicó El Ojo del Diablo, una aventura de piratas y naufragios que me sorprendió no tanto por el guión como por el dibujo de un desconocido dibujante español, Tirso Cons, me dejaba con la boca abierta y yo me preguntaba de dónde salía ese gallego tan majo (nos concedió una entrevista) que me tuvo años esperando para poder ver un nuevo trabajo suyo en castellano: La Mansión de los Susurros y, hace muy poquito, repitió con Las Crónicas de Legión. Con esas tres obras en mi mente era bastante complicado que Tirso me sorprendiese de nuevo, ¿verdad? 

Pues no, hace dos semanas recibí un mensaje de Tirso en el que me anunciaba que había decidido crear una editorial junto a Raúl Mariño y Elisa Couto, dos amigos de la infancia con los que crea la editorial 3 Pintamonas. Naturalmente, y para no dejar de sorprenderme, deciden que van a publicar los trabajos de otros y que, no bastaba con eso, iban a abrir fuego con una apuesta muy peculiar: Abastos, una carta de amor a los puestos de mercadillo de abastos y a la buena restauración, con una buena carga de denuncia social.

Ya me conocéis, soy un enemigo acérrimo del gafapastismo y del slice of life, géneros que son elevados a los altares porque sí, porque cuatro críticos consideran que esos tebeos son la leche cuando a mi, en la mayoría de ocasiones, no me llegan, ni me llaman, ni… nada.

Pero eso no ha sucedido con Abastos, no, eso hubiese sido demasiado fácil, una lectura con la que contentar a la bestia que disfruta destruyendo con sus reseñas la reputación de tebeos “maravillosos” y que, en realidad, no lo son tanto.

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Pero Abastos no es así, no es un tebeo que me viniese precedido de grandes críticas que ya daban por hecho su nominación a los Premios del Salón de Barcelona y todo ese hype que algunas páginas crean en torno a ciertos títulos. Abastos me llegó por sorpresa y, maldita sea, me conquistó igualmente. Y es que no sólo llama a la pura emotividad y sensiblería, sino que nos llama a despertar y luchar contra aquellos que están destruyendo nuestras vidas y el Estado del Bienestar en el que, supuestamente, vivíamos. Y, ohhhh, sí, eso sí que me eleva.

La historia de Abastos ha sido escrita por Francisco José Abelleira Santos, co-guionista de la película Habitat (2008), así como guionista de la serie Galicia, cruce de miradas (2007). Un absoluto desconocido para mi en realidad, pero que eso no os engañe, Paco Abelleira realiza su trabajo brillantemente y con una estructura cinematográfica o televisiva nos muestra, a lo largo de las cuatro estaciones del año, los cambios vitales que afectan a Silvia, una estudiante de derecho a la que los recortes en las becas está a punto de condenar, y a Pedro, dueño de un puesto de pescado en el mercado de abastos de Santiago cuya mujer, Marisol, acaba de sufrir un ictus y a los que los recortes en dependencia también condenarán. 

Abelleira comienza la historia en el otoño de 2013 en Galicia, poniendo a los personajes en situación y demostrando la crudeza, dureza e irracionalidad de unos recortes sociales que se han ensañado en los más débiles. Ningún reproche ante esta parte de la historia, yo ya venía convencido, por lo que aplaudo el trabajo de Paco.

Pero no sólo de crítica y denuncia social va la cosa, no, porque 3 Pintamonas se crea mientras los “3 Triperos” estaban de tapitas por Santiago y mucho de eso se filtró a esta preciosa historia, ya que el amor a la gastronomía, al producto fresco y de calidad (soy consciente de que sueno a Chicote) está más que presente, como debe ser, en un tebeo titulado “Abastos”. Baste decir que Paco integra a la perfección el amor por la gastronomía y que ese amor posibilitará en gran parte la historia y sus vaivenes… a la par que os dará un hambre considerable (algo que se puede subsanar ya que los 3 Triperos Pintamonas han añadido un buen puñado de recetas de cocina al final del tomo para que nos hagamos una idea muy clara de los platos que aparecen en la historia… qué “generosos”… poniendo los dientes largos…).

En lo gráfico tengo que reconocer que he disfrutado muchísimo con el trabajo de los cuatro dibujantes (cada uno ilustra una estación del año, con su estilo, lo que dota de más personalidad a cada estación); Pedro J. Colombo (otoño), Víctor Rivas (invierno), Beatriz Iglesias (primavera) y Sagar Fornies (verano), acompañados de sus coloristas;  Aintzane Landa y Javier Navarro (otoño),  F.H. Navarro (invierno), Beatriz Iglesias (primavera) y Cristina Charneco, Fabio Castro y Silvia Ortega (verano). Como veis es todo un equipo de talentos el que ha ilustrado Abastos y lo han hecho maravillosamente, adaptando sus estilos y el coloreado para que, dentro de las variaciones de cada autor, tengamos una joyita entre manos. Personalmente tengo que reconocer mi debilidad por el trabajo de Sagar, y es que algunas de sus viñetas, en las que ilustra la crudeza de la vida a la que esta crisis nos ha condenado son absolutamente escalofriantes. Pedro, Víctor y Beatriz tienen unos estilos que me resultan más alegres y simpáticos, Sagar es más crudo en la expresividad de sus personajes y el muy… ha conseguido sacarme la lagrimita. Pero que esto no reste mérito al trabajo de Pedro, Víctor y Beatriz (y a sus coloristas) que también me ha parecido sensacional.

En cuanto a la edición, sólo puedo hablar por la digital, pero me ha encantado, Abastos está mimado de principio (Miguelanxo Prado hace el prólogo) a final (Diego Guerrero), y el “extra” de las recetas finales es de auténtico lujo.

En definitiva, me da igual si estamos ante un slice of life o un tebeo de esos que hacen que los gafapastas se emocionen como si tuviesen a Yoko Ono sentada en las rodillas, a mi me ha gustado, muchísimo, me ha emocionado, me ha indignado, me ha hecho soñar y pasar hambre (es que pintan muy bien todas las comidas que aparecen en Abastos y más que lo hacen al final, ya que las recetas vienen ilustradas por unas fotos de los platos de Abastos 2.0, restaurante que aparece bastante en la historia), por lo que tengo que darles un sobresaliente a todos los implicados. Es una maravilla.