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Hay películas que sorprenden cuando, partiendo de una propuesta tan poco ambiciosa como narrar una relación amorosa condenada al fracaso, se consiguen resultados tan efectivos como en esta película de Marc Webb del año 2009. Sus actores protagonistas Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel, brillantes, y su montaje por capítulos y en desorden, convierten a esta película independiente condenada al anonimato en una deliciosa joya a descubrir y reivindicar. Además, el paso del tiempo no le ha sentado nada mal, como sucede con el buen vino. Su título original, “(500) Days of Summer“, esconde mucho más que su triste traducción al castellano y por ese motivo recomendamos que, si tenéis oportunidad, deberíais verla en VO.

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